lunes, 14 de septiembre de 2009

Arrullado en el canto de la sirena

No es mi sirena, no me pertenece, vivo el sueño de poseerla sabiendo que nunca será mía. Más bien soy yo suyo cuanto ella quiera le pertenezco. Me dejo llevar por su dulce voz sin protestar y no pretendo siquiera suplicarle que me quiera. Ella me dejará cuando ella quiera, pero no temo, pues habrá un despertar, más no un adiós.

"¿Te habías dado cuenta que tenemos una relación de pareja sin pareja, que nos abrazamos sin besos, y que decimos que somos amigos, pero que nos guardamos fidelidad?" - "Sí..."

No importan las palabras típicas y los instantes son mucho mejor. No es necesario decir te quiero, pero los abrazos siempre son de verdad. No me beses, tengo miedo, de que esto se haga realidad. Déjame vivir este sueño desvelado junto a tu nariz un poquito más.
Y si acaba, si temes y huyes, no me importará. Un suspiro ahogado me volverá a la realidad.