martes, 29 de septiembre de 2009

Día nítido II

Descienden de la cordillera las ilusiones infantiles, sortean arbustos y pastos secos hasta dejarse desmoronar verdes y celestes ante una avenida rural. Avanzan ligeras entre los postes de luz, deslizándose como corrientes sinuosas sin reflexionar. Se acercan curiosas a un par de ventanas y divagan entre la nana y una nube reflejada. Se devuelven y se dejan caer sin tropezar. Ruedan sobre los autos despreocupadas y lejanas hasta chocar. Se estrellan con las realidades, las prisas y los edificios de la ciudad, y desaparecen en un destello efímero de felicidad.

Lejos conjunto

-Entonces tú realmente piensas eso de mí...
-¿Que si realmente lo pienso? No basta querer decirte las cosas más lindas, sino que las mereces, porque bien podrías ser tú la cosa más linda de este mundo.
-¡...!
-Pero... Sé conquistarte, tú me dijiste cómo. Además me gustas tanto, que mientras estés al alcance de mi vista, el más mínimo cambio en tu ánimo me remece las entrañas.
-Adam...
-¡No! ¿Lo ves? ¿¡Ves lo que he hecho!? Conquistarte un poco,... Yo no puedo, porque para mí eres perfecta y no estoy siendo digno de esa responsabilidad. No en la guerra, tanto menos en el amor, no celebraré victorias en tierras de la abyección.
El amor es el ansioso protagonista inexperto en el elenco de mis labios.

Motu muto mutuo

Madre: Si estás autista te puedes ir.
Yo: Estaba jugando con las estrellitas.
M: Yo vivo con un gruñón y un autista. (a padrastro) ¿Tú con quién vives?
P: (gruñe)
Y: Yo no soy autista, soy súper conversador, lo que pasa es que no se me nota.
M: (a mí) ¿Y tú?
Y: (me encojo de hombros)
Y[M]: ¿Cómo es eso de qe no se te nota?
Y: Es que a menudo sólo contesto en mi mente. Aunque así es mejor, porque suelo responder cosas que no me han preguntado...
Como ahora.
P y M: ¿Ahora qué?

sábado, 26 de septiembre de 2009

"Sentido Común" - "Descripción física, sumamente objetiva, de la mujer ideal"

   Ayer te extrañé, hoy me dedicaré a recordarte.
   Recordaré primero, porque así debe ser, tu pelo largo, oscuro y fragante. Pronto tus cejas me conducirán letalmente a tus ojos, pero no podré recordarlos, sólo morir en ellos unos instantes y seguir. Me inspiraré en tus labios pequeños, delicados, que me atrapan siempre con esa sonrisa simple, llena de una potencia invisible ganada en quién sabe qué seguridad subjetiva. Los mismos labios por los que sale la única melodía tan encantadora como para ahogarme las reflexiones cuando estoy absorto, de tal forma que incluso me impide volver a ellas. Volveré a tu nariz y me deslizaré por la prolija certeza de su dominio obsitnado, ese que logra mover toda tu cara a la más conmovedora ternura, cuando en vano, intentas perturbarlo.
   Cada cabello y cada poro de este viaje guardaré en una cajita de oro antes de dejarme caer por tus brazos que se confunden suaves con los abrazos verticales abiertos de un chaleco cuidadosamente escogido. Me alejaré un poco y evitaré, aún en el recuerdo, la contemplación de tu torso desafiante, única confirmación del vigor en tu mirada. Y tus piernas ingrávidas, que como tus brazos, parecen sólo moverse al compás desinteresado de las brisas ocasionales, seguirán siendo un misterio. Sin saber si cuelgan de tus caderas, o si evaporan de tus botas dibujándote como ilusión perfecta.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Pertenezco!

Encontré en internet la explicación de mí mismo. Estoy tremendamente satisfecho porque finalmente descubrí que pertenezco a algo, aunque sea a eso, está bien, eso es lo que soy y me gusta. Hasta encontré un foro, claramente ya me registré.

Ya nunca más me voy a sentir mal por no responder como los demás, ahora finalmente entiendo por qué soy distinto. Ahora sé cómo es que me tienen que aceptar los que quieran aceptarme.

Sí, es cierto, internet me dijo quién soy, no fui capaz de descubrirlo por mí mismo. No convencí a mi psicóloga, pero ella tampoco me pudo convencer a mí y eso claramente es porque tengo razón, sino ella siempre me convence.

No sé... estoy contento nomás, así de simple. Aunque todavía tengo que investigar más...

viernes, 18 de septiembre de 2009

Listo

La reja ante mí se erguía formidable, cada vez más alta. Me quedé parado como un estúpido esperando cualquier cosa, no sé, algo. Un banco me hizo sentar y me apaciguó, no era verdad. No era verdad, pero era verdad porque al fin, nada había sucedido. El celular me remeció la mano y el corazón. Contesté y una lágrima del auricular clamó "¡Vuelves?" ¡Vuelvo!. Inmediatamente heché a correr. A correr como nunca antes había corrido, sólo para encontrar de nuevo la reja implacable. No respondí que todavía estoy enamorado de la ilusión de quererte porque no preguntaste por qué había vuelto porque no estabas ahí. Porque nunca llamaste.

Me rehuso a seguir buscando el amor. Si quiere, que me encuentre. La amargura escribía en mi lengua, mejor dicho, que yo jamás lo iba a encontrar. Nunca más desperté.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Arrullado en el canto de la sirena

No es mi sirena, no me pertenece, vivo el sueño de poseerla sabiendo que nunca será mía. Más bien soy yo suyo cuanto ella quiera le pertenezco. Me dejo llevar por su dulce voz sin protestar y no pretendo siquiera suplicarle que me quiera. Ella me dejará cuando ella quiera, pero no temo, pues habrá un despertar, más no un adiós.

"¿Te habías dado cuenta que tenemos una relación de pareja sin pareja, que nos abrazamos sin besos, y que decimos que somos amigos, pero que nos guardamos fidelidad?" - "Sí..."

No importan las palabras típicas y los instantes son mucho mejor. No es necesario decir te quiero, pero los abrazos siempre son de verdad. No me beses, tengo miedo, de que esto se haga realidad. Déjame vivir este sueño desvelado junto a tu nariz un poquito más.
Y si acaba, si temes y huyes, no me importará. Un suspiro ahogado me volverá a la realidad.

domingo, 13 de septiembre de 2009

La vida en un cartucho

Jueves en la noche. La chimenea está encendida y el cognac junto a su lectura sobre la mesita. Prefiere el whisky con hielo, pero sería un sacrilegio patético plagiar una imagen tan trillada, por eso también está el bergere de cuero puesto de espaldas a su silla barcelona en un acto de visible desprecio esperando que por fin alguien, algún día entre y lo note.
Siente un suspiro agudo en las tinieblas, con un chasquido llama a Pluma, su única compañera en la soledad. Es inusual que llore, parece como si extrañara a alguien o estuviera triste. Sólo por hoy podrá sentarse en su regazo durante la lectura. Mientras ella se acomoda con la cabeza fija mirando al fuego, él toma el cartucho de escopeta que siempre muerde mientras lee, porque jamás se toma el cognac. Toma el libro con una mano y con la otra acaricia a la criatura intranquila que, mientras se siente manoseada, deja de llorar. De vez en cuando se baja, da unas vueltas como si buscara algo y vuelve. Él ya está viejo para pensar que eso pueda significar algo así que la deja ser, no sin disfrutar fugazmente una difusa ilusión de muerte.
Finalmente ocurre, nadie interviene, simplemente por accidente se traga el cartucho. Un suspiro de desagrado es la voluntad mortal que lo impulsa por la laringe y entonces, recién, se aterra. No logra vomitarlo, intenta apretarse el estómago pero es inútil. Pluma observa moviendo la cola impaciente sin entender. Lo ve luchando sólo, no sabe contra qué, pero espera que gane. Sin embargo él lentamente se da cuenta de que no hay más que hacer. Ve el vaso con cognac y la única palabra que le viene a la mente es: indecoroso. Se sienta en su sillón a retorcerse tranquilo en la espera, sería perfecto que el can se acomodara ahora en su regaso a esperar con él.

non-día

Tengo unas ganas locas de escribir nada. Hoy escribo para mí y el que me lea no lo quiero, no, escribo una canción que sólo puedo oír yo. Lalalá! La escucho y me río como desquiciado mientras la escribo y lloro de risa antes de reír. La sonrisa de mi canto lastimero silencioso parece más la rutina de apretar tornillos con música de la de verdad al fondo, pero no me río porque nunca más voy a escribir una canción que sólo pueda oír yo.

La noche se me escurrió entre los dedos dejando el aullído de los perros decantado durante el día. El sol dio una última mirada curiosa que se metió hasta la cocina y no vio nada porque ahí no pasa nada, ahí las cascadas de rocas futuristas cantaban su baile que quería ser clandestino pero de nuevo es puro apretar tornillos.

Yo AMO un instante y me muero de ganas de morirme de ganas de lo que sea con un collar de cohetes ceñido donde sea, volando mal parado por donde sea, soy feliz si me llevas a viajar uno de esos escapes estúpidos que corren de sí mismos casi reflexionando a duras penas, al menos hasta que deje de llorar.

viernes, 11 de septiembre de 2009

lunes, 7 de septiembre de 2009

Escarbando el polvo

Me recordé a mí mismo los Belras entorpeciendo el paso en el metro mientras divagaba con demasiada calma esperando los destellos diurnos que podrían haber aparecido, pero pareció mejor no hacerlo.

Encendí el mp3, las estadísticas sociales y personales mías eran razones más que suficientes para saber a qué atenerme, iba a caminar tranquilo maravillándome siempre menos de lo que veía que de lo que pensaba. Pero tan tranquilo no estuve, excepto por la frase "Nada mejor que mojarse bajo la lluvia que no moja" que daba tumbos al ritmo de mis pasos, estaba decididamente ansioso por revivir un día contigo. Noté cuánto atesoro esos momentos y me repetí, igual que todos los días de la última semana, que por más que haga caso omiso, me encantas. Reviví las conversaciones del último día que estuvimos juntos como suelo hacer, aunque con una concentración que me llegó a impresionar. Hasta que finalmente me detuve en el estanque apoyando mucho más que mi cuerpo en el paraguas, y te escribí en mi mente durante una o dos canciones, un par de versos sin intentar recordarlos.

Mi viaje había concluído. Desamparado de todo rumbo me metí por callejones lindos que me tendieron una mano en ese momento en el que me sentía tan estúpido.