Mientras Fisk me ayudaba a
ponerme de pie, por la entrada se aproximaba Chiro en su pulcro silencio.
Llegaba para atraparme, para cuestionarme sobre mi conexión con Vaco, y
probablemente incluso para vengarse por la muerte de Zóhoro. Grande fue su
sorpresa al verme magullado y aún tratando de aguantar el íntimo dolor. Fue
recién entonces que supe que había estado observándome desde antes de dejar la
cabaña de Auron.
-De cualquier forma, Fisk, mi
intención al venir aquí era para hablar contigo. Quería saber si tienes alguna
idea de dónde podemos encontrar a Albers.
-Ni la más mínima, hace tres días
que no lo veo. Se puso como loco el otro día cuando dejaron de fluir los
líquidos.
-¿Cuáles líquidos?
Preguntamos a coro, Chiro y yo.
Fisk señaló unas tuberías metáicas y de vidrio quebradas que salían de la pared
y parecían estar intervenidas para entrar en unas máquinas del laboratorio.
-De ahí recibíamos líquidos de
cuatro colores distintos. Albers usaba esos líquidos para sus experimentos…
Bueno, más o menos.
-¿Cómo más o menos?
-En realidad creo que sólo usaba
el rosado y el amarillo. El celeste y el rojo me hacía vaciarlos por la
alcantarilla. Nunca lo entendí.
Al salir de la zapatería Chiro me
comentó que una nueva salida del túnel Grieta se había abierto, y que Fattus y
Sokario se encontraban investigándola. Decidí reunirme con Andrea y aclarar las
cosas. Para entonces ya habían retomado la confianza en las aperturas del túnel
y transitaban tranquilamente entre el barrio Nueva York del presente y el del
futuro. De todas formas habían adoptado como nuevo punto de reunión el monolito
de Zóhoro en los campos de coralis. Allí estuvimos con Andrea un rato, Chiro ya
le había informado preliminarmente sobre Calia, así que le comenté más en
detalle lo sucedido. Le conté con detalles mi encuentro con Zóhoro, omitiendo
obviamente mi casual traslado temporal durante el mismo. Pero a la vez quería tantear
de qué manera estaba involucrada en todo el asunto, y hasta dónde podía confiar
en ella; si tenía la posibilidad de discutir mis verdaderas experiencias con
ella, quizás me podría ofrecer una mejor comprensión de lo que sucedía, después
de todo tenía que reconocer en su intelecto una capacidad deductiva que
sobrepasaba por mucho la de cualquier otra persona que hubiera conocido.
-Por lo que entendí, Albers, el
científico de la zapatería que te comentaba, --
-Sí, lo conozco.
-Por lo visto no sólo estaba
estudiando el sueño, también estaba haciendo algo con los líquidos que produce
Vaco en sus galpones. Me imagino que los mismos galpones del futuro están acá
actualmente, y Calia dijo algo de estar dejando a Albers usar los líquidos precisamente
para que experimentara con ellos. Deduzco que una vez que el experimento dio
los resultados que querían, fueron a interrogar a Albers para saber exactamente
qué hacía con los líquidos, pero al llegar ahí, el sujeto ya se había esfumado.
-Así que Albers estaba
investigando algo con los líquidos de Vaco, y Vaco está interesado en esa
investigación. Me pregunto qué sería lo que estaba estudiando Albers. Quizás
podríamos visitar el laboratorio y ver si encontramos alguna pista.
-¿Nunca has estado ahí?
-Bueno, fui al experimento una
vez, pero sólo eso.
-¿Una sola vez? ¿Por qué no
segusite?
-Esa pastilla que te da el viejo,
que supuestamente es una hormona natural, me enfermó, estuve con indigestión
tres días después de tomarla. Así que no fui más, claramente no era una hormona
natural y no estaba dispuesta a que un viejo mentiroso me envenenara.
Curioso, a mí las pastillas no me
habían hecho ningún efecto secundario. Andrea supuso que yo podía haber sido
parte del grupo control, pero yo sabía que claramente no era así. En todo caso
al menos ya sabía que ella no era un “experimento exitoso”, no podía tener poderes
como yo. Así que decidí no contarle más detalles al respecto.
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