Nos pusimos en marcha hacia el
laboratorio, tenía muchas ansias por ver qué descubriría Andrea ahí, si había
algo qué encontrar, ella definitivamente lo encontraría. Y quizás con eso
podría deducir por mi cuenta qué es lo que Calia, o Vaco, esperaban de los
experimentos de Albers. Quizás podría incluso darme alguna luz sobre los
efectos en mí mismo y qué era realmente lo que podía hacer con ellos.
Cuando nos aproximábamos a entrar
en el túnel, Fattus salió a encontrarnos conmocionado, en su rostro se
mezclaban la frustración con el miedo.
-¡¿Qué pasó?!
-La nueva apertura, Sokario…
Dio un par de pasos torpes hasta
desmoronarse entre las plantas, su vista perdida descansaba en la vegetación
sin enfocar, como ofuscado por el recuerdo reciente de algo terrible. Corrimos
a asistirlo, su cara estaba manchada con una heterogénea salpicadura de algo
rojo, ¿sangre? Pese a ello al ver su rostro de cerca se nos hizo evidente que ni
la sangre, ni la probable fractura en una de sus piernas lo habían abatido, era
la desesperanza, en cambio, lo que no le permitía las fuerzas para levantarse.
Fue así que descendimos junto a él intentando transmitirle calma.
-Sokario está- está muerto.
Pausadamente Fattus nos ilustró
un paisaje lúgubre, un campo de batalla sombrío con límites difusos y
estallidos ensordecedores que impedían orientarse. Yo sabía exactamente de qué
se trataba, yo había estado allí en un sueño. Fattus y Sokario había salido de
la nueva apertura en el túnel para encontrarse en medio de una confrontación de
la Gran Guerra, toda la descripción coincidía con a que yo había visitado.
-Un grupo de militares comenzó a
disparar, así que corrimos, había varias personas más… No sabíamos hacia dónde
íbamos, sólo tratamos de mantenernos juntos, queríamos volver al túnel…
Estábamos desorientados. Vimos una muralla gruesa caída y quisimos usarla de
parapeto, corrimos hacia ella, pero sólo yo pude llegar.
Nos observó adivinando nuestros
pensamientos.
-No, no fueron disparos… Mientras
corríamos, él sólo… él…
La voz se le entrecortaba, le
resultaba difícil continuar, en su expresión se mezclaban el terror y el asco.
-Se desintegró.
Las pocas fuerzas que el desgaste
emocional e permitían le fueron suficientes para descargar la ira y el llanto
contra las plantas que alcanzaban sus manos. Andrea lo interrumpió esperanzada,
sin embargo yo ya tenía una idea de lo que estaba relatando Fattus, un círculo
invisible de destrucción, el cual no afectaba a ikghurianos, sin embargo
obliteraba a los humanos que caían en él.
-¡Pero entonces puede que siga
con vida!
Fattus se apresuró a corregirla,
señalando las manchas en su tez.
-No.
Nuevamente adivinó nuestras
conclusiones.
-No, no es su sangre, todo
desapareció, incluso su sangre… él había comido unas bayas que recogió cerca de
la casa de Auron. Todo fue muy rápido, pero pude verlo claramente…
Entonces volvió a sumirse en la
imagen que invadía su mente y la desesperanza se apoderó de él. Nos miramos
brevemente con Andrea, antes que todo había que informar al resto de los Togas.
No fue fácil ayudarlo a incorporarse, se encontraba profundamente conmocionado por
la sanguinaria visión, finalmente a tropezones logramos llevarlo hasta la
cabaña de Auron. Tenía la musculatura en una de sus piernas completamente
desgarrada y un esguince mayor en la otra, al examinarlo Andrea señaló
sorprendida que era impresionante que hubiéramos podido levarlo hasta ahí en
tales condiciones.
-Cómo sabes tanto, estudias…?
-Soy médico.
-¿Cómo? Creí que dijiste que
tenías 23.
-Sí, soy la médico más joven que
se ha graduado de la Universidad Católica en las últimas dos décadas.
Estaba francamente sorprendido,
pero tenía sentido, era posible esperar algo así.
-¡Obvio que no pos Robertín!
Se rió mientras me daba una
palmada en el brazo. Su mano permaneció sobre mi antebrazo incómodamente
mientras terminaba de explicar.
-Ni siquiera estudio una carrera
médica, já. Pero digamos que tengo algo de experiencia en el ámbito… En fin,
ayúdame a parcharlo. Fattus, me temo que vas a tener que reposar por lo menos
un mes para que esto sane bien. De todas formas no te preocupes, debes estar
pensando en lo que le pasó a tu padre, pero lo más probable es que puedas volver
a caminar.
Su rostro se iluminó ligeramente,
sin embargo continuaba visiblemente afectado por lo sucedido en la apertura del
túnel.
---
Jarso se paseaba inquieto de un
lado a otro. Los togas lo observaban atentos, algunos de ellos sentados entre
las plantas y otros de pie. Tras de él se encontraba Andrea con aspecto
sombrío, no había dicho nada hasta el momento. Chiro fue quien rompió el
silencio.
-Simplemente no veo el sentido en
que nos expongamos. No hay motivo para explorar esa salida, ya sabemos que es
peligrosa y punto.
Amanísara parecía especialmente
intranquila. Se dirigió a Jarso alzando levemente la voz.
-Tengo una sensación de que hay
algo importante allí, de todas formas déjame ir sólo a mí, es lo más seguro, mientras
esté en forma de espectro estaré a salvo de cualquier otra cosa.
-Es muy peligroso…
Jarso parecía discutir consigo
mismo, entonces Andrea finalmente se puso de pie.
-Lo único que sabemos es que hay
un campo de batalla. Aparentemente ahí hay ikghurianos, por lo tanto tiene que
ser una apertura en Ra’lla, pero no es en la actualidad, Fattus mencionó
soldados, y sabemos que en la actualidad no existen guerras tomando lugar en el
mundo, más allá de los enfrentamientos con mafias en oriente. Es sensato
suponer que se trata de un enfrentamiento entre humanos e Ikghurianos, eso nos
permite suponer una fecha aproximada…
-¡La gran guerra!
Varios togas se sobresaltaron a
coro.
-Sí. A menos que se trate de una
apertura en el futuro, pero lo más probable es que esta apertura esté en la
gran guerra. He estado estudiando algunos registros históricos, en la historia
de Ra’lla sólo se habla de una guerra, la Gran Guerra. Esto no parece peculiar
aquí, sin embargo de donde vengo sabemos que las guerras no son algo
excepcional, más bien se deben hacer grandes esfuerzos por evitarlas, ya que
están en la naturaleza del ser humano. ¿Por qué aquí son algo escaso?
Algunos togas respondieron
señalando que las personas desean vivir en paz, y que la base de las sociedades
se opone a los enfrentamientos entre humanos. Andrea continuó sin refutar ni
acreditar dichas intervenciones.
-En realidad la respuesta a esa
pregunta no es relevante. Me gustaría saberlo, algo en la sociedad de Ra’lla es
fundamentalmente distinto a la sociedad terrícola y conocer esa diferencia sería
sumamente interesante para saber por qué en mi mundo somos tan propensos a las
disputas. Sin embargo para entender la historia de Ra’lla, hay que preguntarse algo
distinto: Qué pudo causar una guerra en una humanidad que no es propensa a los
enfrentamientos.
Los togas se quedaron inmóviles
un momento, no se miraron unos a otros ni intentaron responder, por un instante
lo único presenta fue una incómoda tensión que los atravesada a todos por
igual; era un tema sensible y Andrea lo sabía. Pese a ello la intención de
Andrea no era discutir sobre quién había empezado, en ese momento ni siquiera
pensaba en aquello, de manera que no estuvo consciente de lo que su pregunta
había ocasionado en la audiencia hasta que comenzó a explicar su razonamiento.
-Sabemos que el enfrentamiento no
fue entre humanos, sino entre estos e ikghurianos…
Los labios de los togas estaban
sellados, en los pocos ikghurianos que había entre ellos se mezclaban
sentimientos de vergüenza y enfado. La calma de Chiro, excepcionalmente, se
rompió.
-¡Yo lo sé del propio Zóhoro! Él
estaba ahí cuando ocurrió, los ikghurianos no hicimos nada, ¡de pronto los
humanos comenzaron a exterminarnos sin motivo alguno!
Jarso intentó interceder para
aclarar la situación.
-Andrea creo que… Chicos, conozco
a Andrea y estoy seguro de que no tiene la intención de señalar a nadie.
-¡No no no! No es eso, no es
hacia donde quiero ir…
Se defendió evidentemente
ruborizada, me enterneció verla, atesoré el momento, ya que sería el único
momento de debilidad que podría ver en ella jamás. Una debilidad inexplotable,
sólo podía avergonzarse al notar que su propio raciocinio exhibía una falla, un
fenómeno sumamente escaso. De inmediato se compuso y explicó sus hallazgos.
-Perdón, no era mi intención
abrir ese debate. Quiero decir, más allá de por qué inició la guerra específicamente,
reconozcamos que hubo un enfrentamiento entre una raza antigua y una nueva. No quiero cuestionar el derecho a habitar el
mundo ni nada por el estilo, más bien tomar en cuenta que la raza ikghuriana
oficialmente comenzó a existir sólo dos años antes de que comenzara la guerra.
Pero eso no fue lo único nuevo en Ra’lla en la época, apenas un centenario
antes ocurrieron grandes cambios en el mundo, me refiero a la aparición del
Coralis y las Crovs, además de la extinción de gran parte del reino animal y la
importante merma en la población mundial. No quiero decir que pueda explicar la
guerra en base a estos hechos, pero al menos creo que es sensato suponer que
todos los sucesos de los que hablo están relacionados.
Continuó señalando la extensión
de la historia de Ra’lla, indicando que pese a tener apenas 1500 años de
historia, existía también una época prehistórica. Recurrió a la comparación
entre la historia de la Tierra y la de Ra’lla para concluir que la prehistoria
de Ra’lla abarcaba, al menos, varios milenios, en los que poco podía haber cambiado
de la manera que lo había hecho en cuanto a los eventos que ella misma había señalado
antes.
-En otras palabras, quiero decir
que la humanidad y la historia de Ra’lla han sufrido cambios drásticos en un breve
tiempo, es decir los últimos 350 años, y en mi apreciación ese tiempo aún no
concluye. Quiero decir que los eventos que llevaron a Ra’lla a la gran guerra,
aún se encuentran en desarrollo. Pero insisto en que esto no es lo relevante.
Ahora quiero dirigir su atención hacia algunos factores claves. En primer lugar
tenemos la aparición de estos nuevos elementos en el mundo: el Coralis, las
crovs, y los ikghurianos. En segundo lugar se sabe que la lana de las crovs es una
de las materias utilizadas en la producción de copiáceas. En tercer lugar encontré
en la literatura de Ra’lla dos poemas que mencionan un “hermoso cielo azul”, el
primero del año 700 y el segundo del año 1100. Y por último, hemos notado que
el barrio Nueva York emite una tenue luminosidad similar a la que emiten las
copiáceas y los ikghurianos.
Y ahí se quedó de pie esperando a
ver las reacciones en los rostros de su público, sin embargo ningún toga movió
un músculo, más bien parecían bastante complicados con la explicación. Yo mismo
esperaba algo más concluyente, en realidad la explicación de Andrea no me daba
luces de nada. Me pregunté por un momento si acaso había puesto demasiada
confianza en ella, o incluso si acaso se encontraba delirando, pues varios de
los puntos mencionados parecían inconexos. Entonces continuó con algo bastante
inesperado, y pronto nos demostró a todos cuán ilusos habíamos sido.
-Bueno, quizás parece que mencioné
un montón de cosas al azar, pero lo que quiero decir es que si se fijan, todas
estas cosas están conectadas, de hecho hay muchas cosas más en este mundo que
se conectan de esta forma, pero limitarme sólo a algunas más principales. En
fin, si aún no queda claro cuál es la conexión, pongan atención a este detalle:
sabemos que al menos cuatro de las aperturas del túnel grieta emiten destellos,
incluyendo el barrio Nueva York, y sospecho de una quinta.
¿Cómo podría saberlo? La única
forma de ver los destellos era de noche, y ningún toga usaba el túnel grieta de
noche. Algunos de los togas comenzaron a mostrarse intranquilos, Amanísara
expresó la inquietud de varios de ellos; Jarso más atrás se había vuelto sobre
sí mismo, pensativo.
-Andrea expláyate por favor. Nada
de esto tiene sentido, todavía no veo la relación entre ninguna de las cosas
que dijiste. Además, ¿qué tienen que ver las copiáceas en todo esto?
Pero antes de que Andrea pudiere
replicar, Jarso se reincorporó respondiendo en su lugar.
-Es aquí.
Las vistas se volvieron sobre él
con intriga. ¿Qué podía ser allí? En los campos de coralis, donde no había
nada. Pese a ello su comentario había hecho sonreír a Andrea, que asentía
mientras escuchaba.
-Es aquí. Este lugar emite
destellos. Ésta es una de las aperturas a las que te refieres. Otra es la gran
guerra. Pero la cuarta no sé cuál es.
Aburrido de no entender, decidí
integrarme.
-¿Podrían explicar para los demás?
-Creo que lo que Andrea trata de
decir, es que todas las cosas que mencionó están conectadas por el túnel
grieta, el túnel se abre en lugar que tienen directa relación con éstas cosas,
tales como la Gran Guerra, el galpón de Vaco que es una empresa que produce
mayoritariamente productos en base a coralis y lana de crovs, e incluso este
mismo campo de coralis. Y pienso que este lugar emite destellos evidentemente
porque está lleno de coralis, que se sabe que tienen ese efecto. Así mismo, me
imagino que se refiere a la gran guerra porque allí hay gran cantidad de
ikghurianos, que emiten ese destello.
-Excelente. Es justamente lo que
quiero decir, todo lo que brilla está unido por la fisura, pero no quiero decir
el túnel… prefiero hablar de la distorsión espacio temporal. Y la cuarta es el
galpón de Vaco, ya que las materias que Vaco utiliza se extraen directamente de
plantas de coralis y lana de crovs, los líquidos en esos tanques seguramente
producen el mismo efecto.
-También mencionaste una quinta.
-Es un poco complejo de explicar…
Le bastó una mirada alrededor para
ver que todos esperaban ansiosos. Momentáneamente habíamos dudado de sus
capacidades deductivas y ella nos había tapado la boca, naturalmente luego de
eso queríamos saber absolutamente todo lo que tenía para decir.
-Bueno. Sospecho de la apertura
en las montañas.
-¿Las montañas? Pero allí no hay
nada, no hay coralis, no hay ikghurianos, no hay crovs, no hay copiáceas… Sólo
hay nieve.
-Rosada. No hay nada más que nieve
rosada. Rosada como el cielo que es de ese color sólo después de la aparición
del coralis. No cualquier montaña tiene nieve rosada, se estima que la nieve
rosada se produce naturalmente sólo a altitudes sobre los doce mil metros, es
decir, la apertura no está en cualquier montaña. Es más, sospecho que en esa
nieve rosada está la clave para entender por qué el cielo es rosado. Pero por
lo pronto, al menos se puede suponer que ese particular color está relacionado
con las distorsiones espacio temporales, y por lo mismo no es de extrañarse que
el cristal rosado haya caído tan cerca de una de las aperturas; aunque aún no
tenemos idea de dónde vino ese cristal.
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