martes, 23 de mayo de 2017

La pauta que conecta

Nos pusimos en marcha hacia el laboratorio, tenía muchas ansias por ver qué descubriría Andrea ahí, si había algo qué encontrar, ella definitivamente lo encontraría. Y quizás con eso podría deducir por mi cuenta qué es lo que Calia, o Vaco, esperaban de los experimentos de Albers. Quizás podría incluso darme alguna luz sobre los efectos en mí mismo y qué era realmente lo que podía hacer con ellos.
Cuando nos aproximábamos a entrar en el túnel, Fattus salió a encontrarnos conmocionado, en su rostro se mezclaban la frustración con el miedo.
-¡¿Qué pasó?!
-La nueva apertura, Sokario…
Dio un par de pasos torpes hasta desmoronarse entre las plantas, su vista perdida descansaba en la vegetación sin enfocar, como ofuscado por el recuerdo reciente de algo terrible. Corrimos a asistirlo, su cara estaba manchada con una heterogénea salpicadura de algo rojo, ¿sangre? Pese a ello al ver su rostro de cerca se nos hizo evidente que ni la sangre, ni la probable fractura en una de sus piernas lo habían abatido, era la desesperanza, en cambio, lo que no le permitía las fuerzas para levantarse. Fue así que descendimos junto a él intentando transmitirle calma.
-Sokario está- está muerto.
Pausadamente Fattus nos ilustró un paisaje lúgubre, un campo de batalla sombrío con límites difusos y estallidos ensordecedores que impedían orientarse. Yo sabía exactamente de qué se trataba, yo había estado allí en un sueño. Fattus y Sokario había salido de la nueva apertura en el túnel para encontrarse en medio de una confrontación de la Gran Guerra, toda la descripción coincidía con a que yo había visitado.
-Un grupo de militares comenzó a disparar, así que corrimos, había varias personas más… No sabíamos hacia dónde íbamos, sólo tratamos de mantenernos juntos, queríamos volver al túnel… Estábamos desorientados. Vimos una muralla gruesa caída y quisimos usarla de parapeto, corrimos hacia ella, pero sólo yo pude llegar.
Nos observó adivinando nuestros pensamientos.
-No, no fueron disparos… Mientras corríamos, él sólo… él…
La voz se le entrecortaba, le resultaba difícil continuar, en su expresión se mezclaban el terror y el asco.
-Se desintegró.
Las pocas fuerzas que el desgaste emocional e permitían le fueron suficientes para descargar la ira y el llanto contra las plantas que alcanzaban sus manos. Andrea lo interrumpió esperanzada, sin embargo yo ya tenía una idea de lo que estaba relatando Fattus, un círculo invisible de destrucción, el cual no afectaba a ikghurianos, sin embargo obliteraba a los humanos que caían en él.
-¡Pero entonces puede que siga con vida!
Fattus se apresuró a corregirla, señalando las manchas en su tez.
-No.
Nuevamente adivinó nuestras conclusiones.
-No, no es su sangre, todo desapareció, incluso su sangre… él había comido unas bayas que recogió cerca de la casa de Auron. Todo fue muy rápido, pero pude verlo claramente…
Entonces volvió a sumirse en la imagen que invadía su mente y la desesperanza se apoderó de él. Nos miramos brevemente con Andrea, antes que todo había que informar al resto de los Togas. No fue fácil ayudarlo a incorporarse, se encontraba profundamente conmocionado por la sanguinaria visión, finalmente a tropezones logramos llevarlo hasta la cabaña de Auron. Tenía la musculatura en una de sus piernas completamente desgarrada y un esguince mayor en la otra, al examinarlo Andrea señaló sorprendida que era impresionante que hubiéramos podido levarlo hasta ahí en tales condiciones.
-Cómo sabes tanto, estudias…?
-Soy médico.
-¿Cómo? Creí que dijiste que tenías 23.
-Sí, soy la médico más joven que se ha graduado de la Universidad Católica en las últimas dos décadas.
Estaba francamente sorprendido, pero tenía sentido, era posible esperar algo así.
-¡Obvio que no pos Robertín!
Se rió mientras me daba una palmada en el brazo. Su mano permaneció sobre mi antebrazo incómodamente mientras terminaba de explicar.
-Ni siquiera estudio una carrera médica, já. Pero digamos que tengo algo de experiencia en el ámbito… En fin, ayúdame a parcharlo. Fattus, me temo que vas a tener que reposar por lo menos un mes para que esto sane bien. De todas formas no te preocupes, debes estar pensando en lo que le pasó a tu padre, pero lo más probable es que puedas volver a caminar.
Su rostro se iluminó ligeramente, sin embargo continuaba visiblemente afectado por lo sucedido en la apertura del túnel.


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Jarso se paseaba inquieto de un lado a otro. Los togas lo observaban atentos, algunos de ellos sentados entre las plantas y otros de pie. Tras de él se encontraba Andrea con aspecto sombrío, no había dicho nada hasta el momento. Chiro fue quien rompió el silencio.
-Simplemente no veo el sentido en que nos expongamos. No hay motivo para explorar esa salida, ya sabemos que es peligrosa y punto.
Amanísara parecía especialmente intranquila. Se dirigió a Jarso alzando levemente la voz.
-Tengo una sensación de que hay algo importante allí, de todas formas déjame ir sólo a mí, es lo más seguro, mientras esté en forma de espectro estaré a salvo de cualquier otra cosa.
-Es muy peligroso…
Jarso parecía discutir consigo mismo, entonces Andrea finalmente se puso de pie.
-Lo único que sabemos es que hay un campo de batalla. Aparentemente ahí hay ikghurianos, por lo tanto tiene que ser una apertura en Ra’lla, pero no es en la actualidad, Fattus mencionó soldados, y sabemos que en la actualidad no existen guerras tomando lugar en el mundo, más allá de los enfrentamientos con mafias en oriente. Es sensato suponer que se trata de un enfrentamiento entre humanos e Ikghurianos, eso nos permite suponer una fecha aproximada…
-¡La gran guerra!
Varios togas se sobresaltaron a coro.
-Sí. A menos que se trate de una apertura en el futuro, pero lo más probable es que esta apertura esté en la gran guerra. He estado estudiando algunos registros históricos, en la historia de Ra’lla sólo se habla de una guerra, la Gran Guerra. Esto no parece peculiar aquí, sin embargo de donde vengo sabemos que las guerras no son algo excepcional, más bien se deben hacer grandes esfuerzos por evitarlas, ya que están en la naturaleza del ser humano. ¿Por qué aquí son algo escaso?
Algunos togas respondieron señalando que las personas desean vivir en paz, y que la base de las sociedades se opone a los enfrentamientos entre humanos. Andrea continuó sin refutar ni acreditar dichas intervenciones.
-En realidad la respuesta a esa pregunta no es relevante. Me gustaría saberlo, algo en la sociedad de Ra’lla es fundamentalmente distinto a la sociedad terrícola y conocer esa diferencia sería sumamente interesante para saber por qué en mi mundo somos tan propensos a las disputas. Sin embargo para entender la historia de Ra’lla, hay que preguntarse algo distinto: Qué pudo causar una guerra en una humanidad que no es propensa a los enfrentamientos.
Los togas se quedaron inmóviles un momento, no se miraron unos a otros ni intentaron responder, por un instante lo único presenta fue una incómoda tensión que los atravesada a todos por igual; era un tema sensible y Andrea lo sabía. Pese a ello la intención de Andrea no era discutir sobre quién había empezado, en ese momento ni siquiera pensaba en aquello, de manera que no estuvo consciente de lo que su pregunta había ocasionado en la audiencia hasta que comenzó a explicar su razonamiento.
-Sabemos que el enfrentamiento no fue entre humanos, sino entre estos e ikghurianos…
Los labios de los togas estaban sellados, en los pocos ikghurianos que había entre ellos se mezclaban sentimientos de vergüenza y enfado. La calma de Chiro, excepcionalmente, se rompió.
-¡Yo lo sé del propio Zóhoro! Él estaba ahí cuando ocurrió, los ikghurianos no hicimos nada, ¡de pronto los humanos comenzaron a exterminarnos sin motivo alguno!
Jarso intentó interceder para aclarar la situación.
-Andrea creo que… Chicos, conozco a Andrea y estoy seguro de que no tiene la intención de señalar a nadie.
-¡No no no! No es eso, no es hacia donde quiero ir…
Se defendió evidentemente ruborizada, me enterneció verla, atesoré el momento, ya que sería el único momento de debilidad que podría ver en ella jamás. Una debilidad inexplotable, sólo podía avergonzarse al notar que su propio raciocinio exhibía una falla, un fenómeno sumamente escaso. De inmediato se compuso y explicó sus hallazgos.
-Perdón, no era mi intención abrir ese debate. Quiero decir, más allá de por qué inició la guerra específicamente, reconozcamos que hubo un enfrentamiento entre una raza antigua y una nueva.  No quiero cuestionar el derecho a habitar el mundo ni nada por el estilo, más bien tomar en cuenta que la raza ikghuriana oficialmente comenzó a existir sólo dos años antes de que comenzara la guerra. Pero eso no fue lo único nuevo en Ra’lla en la época, apenas un centenario antes ocurrieron grandes cambios en el mundo, me refiero a la aparición del Coralis y las Crovs, además de la extinción de gran parte del reino animal y la importante merma en la población mundial. No quiero decir que pueda explicar la guerra en base a estos hechos, pero al menos creo que es sensato suponer que todos los sucesos de los que hablo están relacionados.
Continuó señalando la extensión de la historia de Ra’lla, indicando que pese a tener apenas 1500 años de historia, existía también una época prehistórica. Recurrió a la comparación entre la historia de la Tierra y la de Ra’lla para concluir que la prehistoria de Ra’lla abarcaba, al menos, varios milenios, en los que poco podía haber cambiado de la manera que lo había hecho en cuanto a los eventos que ella misma había señalado antes.
-En otras palabras, quiero decir que la humanidad y la historia de Ra’lla han sufrido cambios drásticos en un breve tiempo, es decir los últimos 350 años, y en mi apreciación ese tiempo aún no concluye. Quiero decir que los eventos que llevaron a Ra’lla a la gran guerra, aún se encuentran en desarrollo. Pero insisto en que esto no es lo relevante. Ahora quiero dirigir su atención hacia algunos factores claves. En primer lugar tenemos la aparición de estos nuevos elementos en el mundo: el Coralis, las crovs, y los ikghurianos. En segundo lugar se sabe que la lana de las crovs es una de las materias utilizadas en la producción de copiáceas. En tercer lugar encontré en la literatura de Ra’lla dos poemas que mencionan un “hermoso cielo azul”, el primero del año 700 y el segundo del año 1100. Y por último, hemos notado que el barrio Nueva York emite una tenue luminosidad similar a la que emiten las copiáceas y los ikghurianos.
Y ahí se quedó de pie esperando a ver las reacciones en los rostros de su público, sin embargo ningún toga movió un músculo, más bien parecían bastante complicados con la explicación. Yo mismo esperaba algo más concluyente, en realidad la explicación de Andrea no me daba luces de nada. Me pregunté por un momento si acaso había puesto demasiada confianza en ella, o incluso si acaso se encontraba delirando, pues varios de los puntos mencionados parecían inconexos. Entonces continuó con algo bastante inesperado, y pronto nos demostró a todos cuán ilusos habíamos sido.
-Bueno, quizás parece que mencioné un montón de cosas al azar, pero lo que quiero decir es que si se fijan, todas estas cosas están conectadas, de hecho hay muchas cosas más en este mundo que se conectan de esta forma, pero limitarme sólo a algunas más principales. En fin, si aún no queda claro cuál es la conexión, pongan atención a este detalle: sabemos que al menos cuatro de las aperturas del túnel grieta emiten destellos, incluyendo el barrio Nueva York, y sospecho de una quinta.
¿Cómo podría saberlo? La única forma de ver los destellos era de noche, y ningún toga usaba el túnel grieta de noche. Algunos de los togas comenzaron a mostrarse intranquilos, Amanísara expresó la inquietud de varios de ellos; Jarso más atrás se había vuelto sobre sí mismo, pensativo.
-Andrea expláyate por favor. Nada de esto tiene sentido, todavía no veo la relación entre ninguna de las cosas que dijiste. Además, ¿qué tienen que ver las copiáceas en todo esto?
Pero antes de que Andrea pudiere replicar, Jarso se reincorporó respondiendo en su lugar.
-Es aquí.
Las vistas se volvieron sobre él con intriga. ¿Qué podía ser allí? En los campos de coralis, donde no había nada. Pese a ello su comentario había hecho sonreír a Andrea, que asentía mientras escuchaba.
-Es aquí. Este lugar emite destellos. Ésta es una de las aperturas a las que te refieres. Otra es la gran guerra. Pero la cuarta no sé cuál es.
Aburrido de no entender, decidí integrarme.
-¿Podrían explicar para los demás?
-Creo que lo que Andrea trata de decir, es que todas las cosas que mencionó están conectadas por el túnel grieta, el túnel se abre en lugar que tienen directa relación con éstas cosas, tales como la Gran Guerra, el galpón de Vaco que es una empresa que produce mayoritariamente productos en base a coralis y lana de crovs, e incluso este mismo campo de coralis. Y pienso que este lugar emite destellos evidentemente porque está lleno de coralis, que se sabe que tienen ese efecto. Así mismo, me imagino que se refiere a la gran guerra porque allí hay gran cantidad de ikghurianos, que emiten ese destello.
-Excelente. Es justamente lo que quiero decir, todo lo que brilla está unido por la fisura, pero no quiero decir el túnel… prefiero hablar de la distorsión espacio temporal. Y la cuarta es el galpón de Vaco, ya que las materias que Vaco utiliza se extraen directamente de plantas de coralis y lana de crovs, los líquidos en esos tanques seguramente producen el mismo efecto.
-También mencionaste una quinta.
-Es un poco complejo de explicar…
Le bastó una mirada alrededor para ver que todos esperaban ansiosos. Momentáneamente habíamos dudado de sus capacidades deductivas y ella nos había tapado la boca, naturalmente luego de eso queríamos saber absolutamente todo lo que tenía para decir.
-Bueno. Sospecho de la apertura en las montañas.
-¿Las montañas? Pero allí no hay nada, no hay coralis, no hay ikghurianos, no hay crovs, no hay copiáceas… Sólo hay nieve.
-Rosada. No hay nada más que nieve rosada. Rosada como el cielo que es de ese color sólo después de la aparición del coralis. No cualquier montaña tiene nieve rosada, se estima que la nieve rosada se produce naturalmente sólo a altitudes sobre los doce mil metros, es decir, la apertura no está en cualquier montaña. Es más, sospecho que en esa nieve rosada está la clave para entender por qué el cielo es rosado. Pero por lo pronto, al menos se puede suponer que ese particular color está relacionado con las distorsiones espacio temporales, y por lo mismo no es de extrañarse que el cristal rosado haya caído tan cerca de una de las aperturas; aunque aún no tenemos idea de dónde vino ese cristal. 

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