lunes, 29 de mayo de 2017

Vaco

Mientras parecía que la discusión iba a volver a estallar, alguien se aproximaba sin que lo notáramos. Su voz familiar era lo último que queríamos escuchar en ese momento.
-¿Por qué no le preguntan a Roberto? Ah Robertito, veo que te guardas bien tus secretos, ¿no?
Al verla todos los togas se prepararon, como si fueran a comenzar una batalla, afortunadamente nadie prestó mucha atención a sus palabras, aunque supuse que iba a tener que dar explicaciones luego, Andrea me observó de reojo, con sospecha, sin dejar de concentrarse en ella. Jarso se dispuso en frente.
-Calia. Tienes el descaro de venir aquí…
-¡Suficiente! Me van a dar al viejo.
Calia tenía algún truco bajo la manga, no iba a aparecerse sola frente a los togas. Andrea también lo sabía, era la única que miraba a todos lados buscando algo. Temí que en realidad viniera sola confiando en haber obtenido los mismos poderes que los experimentos de Albers me daban en los sueños, si era así bien poco podíamos hacer contra ella, si acaso era capaz de controlarlos mejor que yo, todo estaba perdido de antemano. Sabía que tenía que empezar a concentrarme para usarlos primero, mientras los togas la mantenían ocupada.
-Calia, por qué. Tú debes estar al tanto de lo que le ha costado Vaco al mundo, no puedo creer que trabajes para ellos.
-Já. Jarso, monito, por favor. Yo no trabajo para Vaco. Yo soy Vaco.
-Qué—
Durante un momento el grupo se quedó en un tenso silencio. La mirada de Calia se posó entonces sobre Andrea que seguía buscando, cada vez más preocupada. Comenzó a caminar hacia ella, pero Jarso la detuvo.
-Creo que será mejor que te vayas.
Los togas permanecían en sus posiciones, sus músculos más tensos cada segundo. Calia simplemente movió su dedo en señal de negación, se encontraban a pocos centímetros, a esas alturas varios togas se preguntaban de dónde provenía su prepotente confianza. Hasta que desde el túnel tras de ella comenzaron a salir uno tras otro los sujetos de negro que la acompañaban. Dos decenas de ellos, todos idénticos, la mitad cargando las mismas varas amarillas que el tipo en la zapatería, la otra mitad sostenía una especia de rifle metálico en el que se podían observar dos compartimientos de vidrio en la parte superior, con líquido rosado y amarillo respectivamente. Sistemáticamente fueron intercalándose en una única línea tras Calia, y entonces apuntaron sus armas hacia nosotros. Advertí a los togas sobre las lumas calientes, pero también me preocupaban esos extraños rifles.
Andrea había dejado de registrar el lugar en silencio y estaba completamente enfocada en Calia y su grupo de matones. Jarso aún intentaba dialogar con Calia, sin embargo ella insistía en su interés por Albers, obstinada en que nosotros conocíamos su paradero. Amanísara había adoptado su forma espectral, el resto de los togas se preparaban para pelear en distintas posiciones; Chiro se había agachado, como preparándose para una carrera.
Ignoraba cuántos de los togas eran ikghurianos, suponía que sólo un par aparte de Chiro y Amanísara, por su estatura. Aunque Chiro era de estatura promedio, por lo que quizás más de ellos lo eran. De todas formas no sabía con qué medios contábamos para defendernos, la situación no parecía estar a nuestro favor. Preferí no actuar de inmediato, ya que si hacía cualquier cosa, probablemente lastimaría a todos allí. Finalmente fue Calia quien inició el enfrentamiento, interrumpiendo a Jarso, que aún intentaba obtener alguna explicación de su parte.
-Bueno, no importa, igual tengo que deshacerme de todos ustedes.
Diciendo esto se agachó e hizo un gesto a los sujetos parados tras de ella, que comenzaron a disparar.
-¡HACIA LOS LADOS DE ELLOS!
Mientras que Amanísara se dirigía hacia los sujetos y Chiro desaparecía como por arte de magia, sin ningún espacio para escondernos, no nos quedó más opción que seguir la instrucción de Andrea. En apenas unos segundos nos encontrábamos a ambos extremos de la línea que habían formado, y los sujetos habían dejado de disparar. No había visto ni escuchado ningún proyectil de sus armas, pese a ello tres togas habían quedado tendidos en el suelo manchados de sangre y varios otros se quejaban en alaridos. Amanísara trataba de acercarse al grupo, amenazante, sin embargo su forma espectral parecía no protegerla del calor de las varas amarillas que algunos sujetos movían hacia ella.
Algunas de las plantas de coralis alrededor de nuestros atacantes se remecían y explotaban, afectando su capacidad de apuntarnos, aunque sin causar mayor daño. En realidad el único que resultaba útil era Chiro, que de alguna forma se encontraba en el centro del grupo de sujetos y con gráciles movimientos los incapacitaba uno por uno. Los demás nos encontrábamos completamente inútiles. Chiro ya había echado tres al suelo cuando lo notaron dando saltos de uno a otro, apenas se concentraron en él, el resto de los togas se dispusieron a atacar. Rápidamente los habían reducido a todos, resultando sólo uno de nuestro grupo alcanzado por un batazo que le dejó una fea quemadura en el hombro.
Chiro sostenía a Calia, que con expresión molesta parecía resignarse mientras Jarso se acercaba. Mientras tanto Andrea examinaba un rifle.
-¿Por qué decidiste que nos moviéramos hacia los costados?
-Por la línea que formaron intercalados, no es una posición normal si vas a disparar. Si formaron una sola línea significa que estos rifles tienen un rebufo trasero, similar al de algunas bazucas. Si te fijaste, cuando estuvimos a sus lados dejaron de disparar. Mira, el rifle tiene dos salidas, sospecho que ambas tienen similar potencia.

Mientras algunos togas ayudaban a los heridos a incorporarse, otros ya habían constatado las bajas, tres de los nuestros habían fallecido, los proyectiles invisibles los habían perforado de un lado al otro. Andrea se reunió con Jarso para interrogar a Calia.
-20 copiáceas de una misma persona. Creí que el máximo eran tres.
-Podemos hacer mucho más que eso.
Algo de satisfacción en su voz me produjo una profunda frustración, la habíamos atrapado y podíamos interrogarla, aparentemente tenía un cargo importante en Vaco, es decir, milagrosamente el objetivo de los Togas había avanzado muchísimo, aún así no se sentía como una victoria. Andrea estaba impresionada por la cantidad de copiáceas, hacer tan solo una era inmensamente costoso, no sólo en términos de recursos, sino que también en términos físicos para la persona de la que provenía esa copiácea. La tecnología que Vaco había usado para hacer tantas copiáceas de una persona, definitivamente estaba muy lejos de lo que se había puesto a acceso del público.
-Pero eso da igual. ¿Has visto lo que pasa alrededor tuyo? No puedo ser la única que ve algo maravilloso en las distorsiones espacio temporales. Albers tiene la clave para controlarlas y nuestro Robertito aquí es la prueba.
-Cuál es tu posición en Vaco.
Calia continuaba su monólogo sin prestar atención, y Jarso seguía intentando cuestionarla. Yo estaba helado, simplemente tratando de hacer como si no supera de qué hablaba.
-Albers estaba haciendo pruebas con nuestra materia prima. Albers y nosotros sabemos que los extractos de coralis tienen propiedades impresionantes, el problema es cómo aprovecharlos.  Finalmente Albers con su experimento logró enviar a Roberto a través del tiempo, y nosotros seguíamos de cerca el uso de los fluidos, supusimos que la clave estaba en la proporción que usaba, sin embargo ¡no da resultado!
Me costaba esconder la impresión, Andrea se volvió sobre mí.
-Roberto, de qué está hablando.
Me sentía pálido, noté que no estaba haciendo un buen trabajo en pasar desapercibido.
-Robertín les ha mentido desde hace rato. Sabe mucho más sobre las distorsiones y Ra’lla que todos ustedes juntos. Pero no te preocupes Robertín, no vas a tener tiempo para dar explicaciones de cualquier modo.

(un regalito para los lectores)

Ra’lla, año 2231.
-Hemos estudiado el efecto que las plantas de Coralis tienen sobre nuestro sistema solar. Hoy en día entendemos que, debido a las emisiones de plasma de estas plantas, descubiertas por primera vez hace unos 900 años, el cielo en el planeta se tornó rosáceo, siendo previamente azul, hoy sólo podemos imaginarnos este fenómeno. En general las emisiones plasmáticas se disipan hacia el universo sin un perjuicio real, sin embargo al estabilizarse en temperaturas sobre los 2000°C, se considera que estas emisiones aumentan progresivamente el tamaño de nuestro sol. A su vez el sol pierde masa constantemente por su propia cuenta, pese a ello el efecto de la capa exterior de materia de coralis junto con el aumento de masa podrían ocasionar que la temperatura solar y su masa hicieran insostenible la vida en nuestro planeta. De todas formas no deben preocuparse por esto, niños, se estima que eso no ocurrirá sino hasta al menos dentro de 12’000 años. Ahora, para la próxima clase quiero que estudien el primer capítulo de la cuarta sesión en sus libros de historia.
-Tía, ¿esa es la Gran Guerra?
-Sí Marink, vamos a comenzar la Gran Guerra la próxima semana.
-¡¡Por fin!!
-Los quiero concentrados, recuerden que la Gran Guerra duró casi 500 años, así que tenemos harta materia qué cubrir.



***

Todavía no sé si eso va a ir al final del libro, así que por lo pronto es un regalito para los lectores que siguen las publicaciones en tiempo real

martes, 23 de mayo de 2017

La pauta que conecta

Nos pusimos en marcha hacia el laboratorio, tenía muchas ansias por ver qué descubriría Andrea ahí, si había algo qué encontrar, ella definitivamente lo encontraría. Y quizás con eso podría deducir por mi cuenta qué es lo que Calia, o Vaco, esperaban de los experimentos de Albers. Quizás podría incluso darme alguna luz sobre los efectos en mí mismo y qué era realmente lo que podía hacer con ellos.
Cuando nos aproximábamos a entrar en el túnel, Fattus salió a encontrarnos conmocionado, en su rostro se mezclaban la frustración con el miedo.
-¡¿Qué pasó?!
-La nueva apertura, Sokario…
Dio un par de pasos torpes hasta desmoronarse entre las plantas, su vista perdida descansaba en la vegetación sin enfocar, como ofuscado por el recuerdo reciente de algo terrible. Corrimos a asistirlo, su cara estaba manchada con una heterogénea salpicadura de algo rojo, ¿sangre? Pese a ello al ver su rostro de cerca se nos hizo evidente que ni la sangre, ni la probable fractura en una de sus piernas lo habían abatido, era la desesperanza, en cambio, lo que no le permitía las fuerzas para levantarse. Fue así que descendimos junto a él intentando transmitirle calma.
-Sokario está- está muerto.
Pausadamente Fattus nos ilustró un paisaje lúgubre, un campo de batalla sombrío con límites difusos y estallidos ensordecedores que impedían orientarse. Yo sabía exactamente de qué se trataba, yo había estado allí en un sueño. Fattus y Sokario había salido de la nueva apertura en el túnel para encontrarse en medio de una confrontación de la Gran Guerra, toda la descripción coincidía con a que yo había visitado.
-Un grupo de militares comenzó a disparar, así que corrimos, había varias personas más… No sabíamos hacia dónde íbamos, sólo tratamos de mantenernos juntos, queríamos volver al túnel… Estábamos desorientados. Vimos una muralla gruesa caída y quisimos usarla de parapeto, corrimos hacia ella, pero sólo yo pude llegar.
Nos observó adivinando nuestros pensamientos.
-No, no fueron disparos… Mientras corríamos, él sólo… él…
La voz se le entrecortaba, le resultaba difícil continuar, en su expresión se mezclaban el terror y el asco.
-Se desintegró.
Las pocas fuerzas que el desgaste emocional e permitían le fueron suficientes para descargar la ira y el llanto contra las plantas que alcanzaban sus manos. Andrea lo interrumpió esperanzada, sin embargo yo ya tenía una idea de lo que estaba relatando Fattus, un círculo invisible de destrucción, el cual no afectaba a ikghurianos, sin embargo obliteraba a los humanos que caían en él.
-¡Pero entonces puede que siga con vida!
Fattus se apresuró a corregirla, señalando las manchas en su tez.
-No.
Nuevamente adivinó nuestras conclusiones.
-No, no es su sangre, todo desapareció, incluso su sangre… él había comido unas bayas que recogió cerca de la casa de Auron. Todo fue muy rápido, pero pude verlo claramente…
Entonces volvió a sumirse en la imagen que invadía su mente y la desesperanza se apoderó de él. Nos miramos brevemente con Andrea, antes que todo había que informar al resto de los Togas. No fue fácil ayudarlo a incorporarse, se encontraba profundamente conmocionado por la sanguinaria visión, finalmente a tropezones logramos llevarlo hasta la cabaña de Auron. Tenía la musculatura en una de sus piernas completamente desgarrada y un esguince mayor en la otra, al examinarlo Andrea señaló sorprendida que era impresionante que hubiéramos podido levarlo hasta ahí en tales condiciones.
-Cómo sabes tanto, estudias…?
-Soy médico.
-¿Cómo? Creí que dijiste que tenías 23.
-Sí, soy la médico más joven que se ha graduado de la Universidad Católica en las últimas dos décadas.
Estaba francamente sorprendido, pero tenía sentido, era posible esperar algo así.
-¡Obvio que no pos Robertín!
Se rió mientras me daba una palmada en el brazo. Su mano permaneció sobre mi antebrazo incómodamente mientras terminaba de explicar.
-Ni siquiera estudio una carrera médica, já. Pero digamos que tengo algo de experiencia en el ámbito… En fin, ayúdame a parcharlo. Fattus, me temo que vas a tener que reposar por lo menos un mes para que esto sane bien. De todas formas no te preocupes, debes estar pensando en lo que le pasó a tu padre, pero lo más probable es que puedas volver a caminar.
Su rostro se iluminó ligeramente, sin embargo continuaba visiblemente afectado por lo sucedido en la apertura del túnel.


---

Jarso se paseaba inquieto de un lado a otro. Los togas lo observaban atentos, algunos de ellos sentados entre las plantas y otros de pie. Tras de él se encontraba Andrea con aspecto sombrío, no había dicho nada hasta el momento. Chiro fue quien rompió el silencio.
-Simplemente no veo el sentido en que nos expongamos. No hay motivo para explorar esa salida, ya sabemos que es peligrosa y punto.
Amanísara parecía especialmente intranquila. Se dirigió a Jarso alzando levemente la voz.
-Tengo una sensación de que hay algo importante allí, de todas formas déjame ir sólo a mí, es lo más seguro, mientras esté en forma de espectro estaré a salvo de cualquier otra cosa.
-Es muy peligroso…
Jarso parecía discutir consigo mismo, entonces Andrea finalmente se puso de pie.
-Lo único que sabemos es que hay un campo de batalla. Aparentemente ahí hay ikghurianos, por lo tanto tiene que ser una apertura en Ra’lla, pero no es en la actualidad, Fattus mencionó soldados, y sabemos que en la actualidad no existen guerras tomando lugar en el mundo, más allá de los enfrentamientos con mafias en oriente. Es sensato suponer que se trata de un enfrentamiento entre humanos e Ikghurianos, eso nos permite suponer una fecha aproximada…
-¡La gran guerra!
Varios togas se sobresaltaron a coro.
-Sí. A menos que se trate de una apertura en el futuro, pero lo más probable es que esta apertura esté en la gran guerra. He estado estudiando algunos registros históricos, en la historia de Ra’lla sólo se habla de una guerra, la Gran Guerra. Esto no parece peculiar aquí, sin embargo de donde vengo sabemos que las guerras no son algo excepcional, más bien se deben hacer grandes esfuerzos por evitarlas, ya que están en la naturaleza del ser humano. ¿Por qué aquí son algo escaso?
Algunos togas respondieron señalando que las personas desean vivir en paz, y que la base de las sociedades se opone a los enfrentamientos entre humanos. Andrea continuó sin refutar ni acreditar dichas intervenciones.
-En realidad la respuesta a esa pregunta no es relevante. Me gustaría saberlo, algo en la sociedad de Ra’lla es fundamentalmente distinto a la sociedad terrícola y conocer esa diferencia sería sumamente interesante para saber por qué en mi mundo somos tan propensos a las disputas. Sin embargo para entender la historia de Ra’lla, hay que preguntarse algo distinto: Qué pudo causar una guerra en una humanidad que no es propensa a los enfrentamientos.
Los togas se quedaron inmóviles un momento, no se miraron unos a otros ni intentaron responder, por un instante lo único presenta fue una incómoda tensión que los atravesada a todos por igual; era un tema sensible y Andrea lo sabía. Pese a ello la intención de Andrea no era discutir sobre quién había empezado, en ese momento ni siquiera pensaba en aquello, de manera que no estuvo consciente de lo que su pregunta había ocasionado en la audiencia hasta que comenzó a explicar su razonamiento.
-Sabemos que el enfrentamiento no fue entre humanos, sino entre estos e ikghurianos…
Los labios de los togas estaban sellados, en los pocos ikghurianos que había entre ellos se mezclaban sentimientos de vergüenza y enfado. La calma de Chiro, excepcionalmente, se rompió.
-¡Yo lo sé del propio Zóhoro! Él estaba ahí cuando ocurrió, los ikghurianos no hicimos nada, ¡de pronto los humanos comenzaron a exterminarnos sin motivo alguno!
Jarso intentó interceder para aclarar la situación.
-Andrea creo que… Chicos, conozco a Andrea y estoy seguro de que no tiene la intención de señalar a nadie.
-¡No no no! No es eso, no es hacia donde quiero ir…
Se defendió evidentemente ruborizada, me enterneció verla, atesoré el momento, ya que sería el único momento de debilidad que podría ver en ella jamás. Una debilidad inexplotable, sólo podía avergonzarse al notar que su propio raciocinio exhibía una falla, un fenómeno sumamente escaso. De inmediato se compuso y explicó sus hallazgos.
-Perdón, no era mi intención abrir ese debate. Quiero decir, más allá de por qué inició la guerra específicamente, reconozcamos que hubo un enfrentamiento entre una raza antigua y una nueva.  No quiero cuestionar el derecho a habitar el mundo ni nada por el estilo, más bien tomar en cuenta que la raza ikghuriana oficialmente comenzó a existir sólo dos años antes de que comenzara la guerra. Pero eso no fue lo único nuevo en Ra’lla en la época, apenas un centenario antes ocurrieron grandes cambios en el mundo, me refiero a la aparición del Coralis y las Crovs, además de la extinción de gran parte del reino animal y la importante merma en la población mundial. No quiero decir que pueda explicar la guerra en base a estos hechos, pero al menos creo que es sensato suponer que todos los sucesos de los que hablo están relacionados.
Continuó señalando la extensión de la historia de Ra’lla, indicando que pese a tener apenas 1500 años de historia, existía también una época prehistórica. Recurrió a la comparación entre la historia de la Tierra y la de Ra’lla para concluir que la prehistoria de Ra’lla abarcaba, al menos, varios milenios, en los que poco podía haber cambiado de la manera que lo había hecho en cuanto a los eventos que ella misma había señalado antes.
-En otras palabras, quiero decir que la humanidad y la historia de Ra’lla han sufrido cambios drásticos en un breve tiempo, es decir los últimos 350 años, y en mi apreciación ese tiempo aún no concluye. Quiero decir que los eventos que llevaron a Ra’lla a la gran guerra, aún se encuentran en desarrollo. Pero insisto en que esto no es lo relevante. Ahora quiero dirigir su atención hacia algunos factores claves. En primer lugar tenemos la aparición de estos nuevos elementos en el mundo: el Coralis, las crovs, y los ikghurianos. En segundo lugar se sabe que la lana de las crovs es una de las materias utilizadas en la producción de copiáceas. En tercer lugar encontré en la literatura de Ra’lla dos poemas que mencionan un “hermoso cielo azul”, el primero del año 700 y el segundo del año 1100. Y por último, hemos notado que el barrio Nueva York emite una tenue luminosidad similar a la que emiten las copiáceas y los ikghurianos.
Y ahí se quedó de pie esperando a ver las reacciones en los rostros de su público, sin embargo ningún toga movió un músculo, más bien parecían bastante complicados con la explicación. Yo mismo esperaba algo más concluyente, en realidad la explicación de Andrea no me daba luces de nada. Me pregunté por un momento si acaso había puesto demasiada confianza en ella, o incluso si acaso se encontraba delirando, pues varios de los puntos mencionados parecían inconexos. Entonces continuó con algo bastante inesperado, y pronto nos demostró a todos cuán ilusos habíamos sido.
-Bueno, quizás parece que mencioné un montón de cosas al azar, pero lo que quiero decir es que si se fijan, todas estas cosas están conectadas, de hecho hay muchas cosas más en este mundo que se conectan de esta forma, pero limitarme sólo a algunas más principales. En fin, si aún no queda claro cuál es la conexión, pongan atención a este detalle: sabemos que al menos cuatro de las aperturas del túnel grieta emiten destellos, incluyendo el barrio Nueva York, y sospecho de una quinta.
¿Cómo podría saberlo? La única forma de ver los destellos era de noche, y ningún toga usaba el túnel grieta de noche. Algunos de los togas comenzaron a mostrarse intranquilos, Amanísara expresó la inquietud de varios de ellos; Jarso más atrás se había vuelto sobre sí mismo, pensativo.
-Andrea expláyate por favor. Nada de esto tiene sentido, todavía no veo la relación entre ninguna de las cosas que dijiste. Además, ¿qué tienen que ver las copiáceas en todo esto?
Pero antes de que Andrea pudiere replicar, Jarso se reincorporó respondiendo en su lugar.
-Es aquí.
Las vistas se volvieron sobre él con intriga. ¿Qué podía ser allí? En los campos de coralis, donde no había nada. Pese a ello su comentario había hecho sonreír a Andrea, que asentía mientras escuchaba.
-Es aquí. Este lugar emite destellos. Ésta es una de las aperturas a las que te refieres. Otra es la gran guerra. Pero la cuarta no sé cuál es.
Aburrido de no entender, decidí integrarme.
-¿Podrían explicar para los demás?
-Creo que lo que Andrea trata de decir, es que todas las cosas que mencionó están conectadas por el túnel grieta, el túnel se abre en lugar que tienen directa relación con éstas cosas, tales como la Gran Guerra, el galpón de Vaco que es una empresa que produce mayoritariamente productos en base a coralis y lana de crovs, e incluso este mismo campo de coralis. Y pienso que este lugar emite destellos evidentemente porque está lleno de coralis, que se sabe que tienen ese efecto. Así mismo, me imagino que se refiere a la gran guerra porque allí hay gran cantidad de ikghurianos, que emiten ese destello.
-Excelente. Es justamente lo que quiero decir, todo lo que brilla está unido por la fisura, pero no quiero decir el túnel… prefiero hablar de la distorsión espacio temporal. Y la cuarta es el galpón de Vaco, ya que las materias que Vaco utiliza se extraen directamente de plantas de coralis y lana de crovs, los líquidos en esos tanques seguramente producen el mismo efecto.
-También mencionaste una quinta.
-Es un poco complejo de explicar…
Le bastó una mirada alrededor para ver que todos esperaban ansiosos. Momentáneamente habíamos dudado de sus capacidades deductivas y ella nos había tapado la boca, naturalmente luego de eso queríamos saber absolutamente todo lo que tenía para decir.
-Bueno. Sospecho de la apertura en las montañas.
-¿Las montañas? Pero allí no hay nada, no hay coralis, no hay ikghurianos, no hay crovs, no hay copiáceas… Sólo hay nieve.
-Rosada. No hay nada más que nieve rosada. Rosada como el cielo que es de ese color sólo después de la aparición del coralis. No cualquier montaña tiene nieve rosada, se estima que la nieve rosada se produce naturalmente sólo a altitudes sobre los doce mil metros, es decir, la apertura no está en cualquier montaña. Es más, sospecho que en esa nieve rosada está la clave para entender por qué el cielo es rosado. Pero por lo pronto, al menos se puede suponer que ese particular color está relacionado con las distorsiones espacio temporales, y por lo mismo no es de extrañarse que el cristal rosado haya caído tan cerca de una de las aperturas; aunque aún no tenemos idea de dónde vino ese cristal. 

miércoles, 3 de mayo de 2017

El experimento

Mientras Fisk me ayudaba a ponerme de pie, por la entrada se aproximaba Chiro en su pulcro silencio. Llegaba para atraparme, para cuestionarme sobre mi conexión con Vaco, y probablemente incluso para vengarse por la muerte de Zóhoro. Grande fue su sorpresa al verme magullado y aún tratando de aguantar el íntimo dolor. Fue recién entonces que supe que había estado observándome desde antes de dejar la cabaña de Auron.
-De cualquier forma, Fisk, mi intención al venir aquí era para hablar contigo. Quería saber si tienes alguna idea de dónde podemos encontrar a Albers.
-Ni la más mínima, hace tres días que no lo veo. Se puso como loco el otro día cuando dejaron de fluir los líquidos.
-¿Cuáles líquidos?
Preguntamos a coro, Chiro y yo. Fisk señaló unas tuberías metáicas y de vidrio quebradas que salían de la pared y parecían estar intervenidas para entrar en unas máquinas del laboratorio.
-De ahí recibíamos líquidos de cuatro colores distintos. Albers usaba esos líquidos para sus experimentos… Bueno, más o menos.
-¿Cómo más o menos?
-En realidad creo que sólo usaba el rosado y el amarillo. El celeste y el rojo me hacía vaciarlos por la alcantarilla. Nunca lo entendí.

Al salir de la zapatería Chiro me comentó que una nueva salida del túnel Grieta se había abierto, y que Fattus y Sokario se encontraban investigándola. Decidí reunirme con Andrea y aclarar las cosas. Para entonces ya habían retomado la confianza en las aperturas del túnel y transitaban tranquilamente entre el barrio Nueva York del presente y el del futuro. De todas formas habían adoptado como nuevo punto de reunión el monolito de Zóhoro en los campos de coralis. Allí estuvimos con Andrea un rato, Chiro ya le había informado preliminarmente sobre Calia, así que le comenté más en detalle lo sucedido. Le conté con detalles mi encuentro con Zóhoro, omitiendo obviamente mi casual traslado temporal durante el mismo. Pero a la vez quería tantear de qué manera estaba involucrada en todo el asunto, y hasta dónde podía confiar en ella; si tenía la posibilidad de discutir mis verdaderas experiencias con ella, quizás me podría ofrecer una mejor comprensión de lo que sucedía, después de todo tenía que reconocer en su intelecto una capacidad deductiva que sobrepasaba por mucho la de cualquier otra persona que hubiera conocido.
-Por lo que entendí, Albers, el científico de la zapatería que te comentaba, --
-Sí, lo conozco.
-Por lo visto no sólo estaba estudiando el sueño, también estaba haciendo algo con los líquidos que produce Vaco en sus galpones. Me imagino que los mismos galpones del futuro están acá actualmente, y Calia dijo algo de estar dejando a Albers usar los líquidos precisamente para que experimentara con ellos. Deduzco que una vez que el experimento dio los resultados que querían, fueron a interrogar a Albers para saber exactamente qué hacía con los líquidos, pero al llegar ahí, el sujeto ya se había esfumado.
-Así que Albers estaba investigando algo con los líquidos de Vaco, y Vaco está interesado en esa investigación. Me pregunto qué sería lo que estaba estudiando Albers. Quizás podríamos visitar el laboratorio y ver si encontramos alguna pista.
-¿Nunca has estado ahí?
-Bueno, fui al experimento una vez, pero sólo eso.
-¿Una sola vez? ¿Por qué no segusite?
-Esa pastilla que te da el viejo, que supuestamente es una hormona natural, me enfermó, estuve con indigestión tres días después de tomarla. Así que no fui más, claramente no era una hormona natural y no estaba dispuesta a que un viejo mentiroso me envenenara.
Curioso, a mí las pastillas no me habían hecho ningún efecto secundario. Andrea supuso que yo podía haber sido parte del grupo control, pero yo sabía que claramente no era así. En todo caso al menos ya sabía que ella no era un “experimento exitoso”, no podía tener poderes como yo. Así que decidí no contarle más detalles al respecto.