martes, 18 de abril de 2017

Reconocimiento

-Cuidado con separarse mucho, recuerden que no tenemos la ayuda de Onon acá.
Los grupos se esparcieron en dos sectores, el grupo de Andrea comenzó a recorrer el mismo barrio, en tanto el de Jarso se dirigió hacia noreste con la intención de explorar un extenso bosque que circundaba el cerro Santa Lucía en Ra’lla a la vez que subir a su cumbre para tener una mejor panorámica. En tanto comenzaban a investigar, recibieron la visita de Amanísara y Fattus.
Era siempre alucinante ver a Amanísara hacer uso de sus habilidades ikghurianas, su figura alargada se desdibujaba ligeramente y crecía aún más, a la vista parecía fluctuar entre estar y no estar ahí, sólo permanecía vívido su cabello, el cual se alborotaba ingrávido. Al acercarse y disminuir su velocidad, el espectro lentamente volvía a revelar su espléndida y delicada figura, y sobre sus intensos ojos verdes caía suavemente su melena café grisácea. Junto con ella se aproximaba Fattus en ligeros saltos, siempre cuidando disminuir muy lentamente su momento. Fattus era especialmente cuidadoso, su habilidad no era otra cosa que un excepcional control sobre su musculatura lisa, sin embargo ello también era su peor riesgo y lo sabía de muy cerca. Su padre, de quien había heredado la habilidad, se lo había advertido desde pequeño, el excesivo poder que podían ejercer sus músculos era demasiado para su cuerpo, las extremidades paralizadas de su padre no eran siquiera necesarias para creerlo, Fattus había sentido repetidas veces estar a punto de destrozar sus propios huesos ante súbitas alteraciones emocionales. Esto lo mantenía en un constante estado de alerta, nunca consideró su habilidad como algo positivo, sin embargo no había forma de escapar de ella, era mejor aprender a controlarla lo mejor posible, al menos le permitía desplazarse a grandes velocidades sin cansarse, siempre que tomara las precauciones necesarias.
-Ya hemos cubierto unos 5 kilómetros a la redonda y no hemos encontrado nada.
Sokario no había regresado con ellos porque era el único humano de los tres, él simplemente gozaba de un excelente estado físico y era capaz de correr una maratón sin mayor dificultad.
-¿Cuánto crees que pueden cubrir en las próximas dos horas?
-Unos 50 kilómetros, pero si nos concentramos en focos urbanos podríamos abarcar hasta 300 kilómetros.
-Ya. Que Sokario registre los bosques y los montes cercanos. Ustedes hagan eso.

En primera instancia, varios togas reportaron a Calia, que efectivamente el color del cielo les parecía ligeramente más azul que de costumbre. Para ella esto hacía inclinar inmediatamente las suposiciones hacia la idea de que se encontraban en una tercera dimensión paralela, y no en un tiempo o fenómeno distinto dentro de Ra’lla mismo.
En las afueras, Jarso recababa algunos datos similares. En primer lugar la temperatura era perceptiblemente más alta que en Ra’lla para la misma época del año, lo cual habían establecido por la posición del sol. Por otra parte encontraron una menor población de coralis que la existente en Ra’lla, y estos mismos eran de menor tamaño en este paralelo. A Andrea le pareció significativo el hecho de que allí también hubiesen coralis, más que el hecho de que fueran ligeramente distintos a los de Ra’lla. Con todos esos datos era sensato asumir que se encontraban en una dimensión distinta, aunque evidentemente más cercana a Ra’lla que a la Tierra.
Dentro del barrio, todo era igual que en el barrio Nueva York de Ra’lla, las únicas diferencias que pudieron encontrar fueron la falta de la Grieta en el callejón, y que el laboratorio oculto en la zapatería se encontraba completamente vacío. De todas formas estuvieron de acuerdo en que el simple hecho de existir ese laboratorio y el galpón de industrias Vaco eran coincidencias importantes. Aunque el galpón había quedado completamente destruido, por lo que no había forma de contrastarlo con industrias Vaco.
De todas formas, seguían sin ninguna hipótesis que pudiese explicar la carencia de seres humanos en ese lugar.

Todo parecía indicar que la apertura en ese lugar era azarosa y que no tenía mayor conexión con las distorsiones espaciales en Ra’lla, hasta que finalmente volvieron Amanísara, Fattus y Sokario, este último portando un objeto particularmente revelador.
En sus manos sudorosas cargaba un periódico en perfectas condiciones.
-Lo encontré en la cabaña de Auron, supuse que podía ser de utilidad. Por cierto, la cabaña estaba igual que como la dejamos, lo único que no había en ella era Auron. Pero incluso las piedras y los troncos que usamos afuera, estaban ahí.
Amanísara y Fattus no reportaron nada nuevo, confirmaron que el paisaje y las urbanizaciones cercanas coincidían a grandes rasgos con las de Ra’lla. De todas formas los ojos de Andrea brillaban ante el hallazgo de Sokario, adivinaba en éste las respuestas a preguntas que aún no había siquiera formulado.
-Perfecto. ¡Bien hecho! Vamos a volver a Ra’lla ahora a analizar los datos.
Jarso observaba alrededor supervisando que todos volvieran al túnel y registrando la posibilidad de haber obviado algún elemento crucial. Andrea entre tanto afirmaba el conjunto de papel como un objeto precioso, como si tuviera en sus manos un gran molusco extraído del fondo del océano y no queriendo arruinar el destino de la perla que esperaba hallar dentro de él, lo guardaba cuanto más le permitieren sus ansias.
Finalmente llegaron todos a los campos de coralis, donde un monumento improvisado con piedras blancas recordando el deceso de Zóhoro, servía también de punto de encuentro para los togas. Acordaron que la dimensión paralela era sorprendentemente coincidente con Ra’lla, algunos togas incluso se inclinaban a suponer que la apertura se encontraba en la misma dimensión, y que las pequeñas discrepancias debían tener otra explicación. Otros coincidían en que debía tratarse de una dimensión parasitaria de Ra’lla en la que no existían habitantes y sin embargo todo lo que ocurriese en Ra’lla repercutía sobre ésta. Mientras se discutía al respecto, Andrea examinaba el periódico, aunque apenas unos segundos le habían bastado para vivenciar la epifanía obvia: la apertura de túnel grieta tomaba lugar exactamente en la misma Ra’lla que ellos habitaban, sólo que algunos meses después.
- “Nuevas cartas entre Grupo Vaco y ERA salen a la luz” es el titular, la bajada agrega “Vaco desmiente cualquier conexión con los grupos extremistas.”, la fecha es del 31 de diciembre de 1541.

A los togas tampoco les hizo falta más que la breve lectura de Andrea, la coincidencia de nombres era demasiado grande. La apertura en Nueva York tomaba lugar en la misma dimensión, sólo algunos meses en el futuro, en 1542. Sin embargo, aún carecían de hipótesis que explicaran cómo el lugar había llegado a quedar despoblado, sólo tenían una fecha: víspera de año nuevo. Por otra parte se abría una nueva arista alarmante, al parecer en un futuro cercano se develaría una conexión entre industrias Vaco y grupos terroristas en Asia; al menos contaban con esta información anticipadamente, eso les permitiría alguna ventaja al actuar.

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