No recuerdo a quién le escribí esto, pero está bonito
Felicidad extrema, una felicidad angustiante, tan grande que me ahoga.
Ahora entiendo, cuando somos 12, y yo lo único que quiero es abrazarte. Pero cómo...
Y lo peor es recordar cada momento que pudo ser algo común y quizás hasta hubiera terminado. Quiero saber que te amo y quizás hasta morir con eso. Pero lo único real es que tu indiferencia soluciona mis problemas y me obliga a esperar aunque no quiera.
Cuando las analogías se presentan, sólo tú y tu recuerdo brillan. Y sólo tú haces realidad el toque dorado que impregna las cosas de nostalgia tibia.
Te odio por otorgarme vida y no te agradezco haberme devuelto el interés.
¿Cuántas veces fuiste, obiando tu sonrisa, verdugo de mis memorias? ¿Salvaste mi vida o destruíste mi muerte? A veces, cuando más quiero no quererte, eres sólo un grito desesperado de mi mente. Y cuando más estás presente, no eres.
Nada funciona y esto no es la mitad de abrazarte. Déjame regalarte el cariño que nisiquiera le doy a la vida. Pensé en no cometer el error de escribirte. Y no lo haré.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Filtro
- Literatura (106)
- Cosas sobre mí (72)
- Humor (52)
- (GRIETA) (45)
- Pensamientos con algo de sentido (38)
- Crítica social (32)
- Velociraptors y Poodles (30)
- fotoblogger (23)
- La Ciudad Desesperada (15)
- Bestiario (13)
- estilo escarpado (12)
- Descripciones (11)
- Perpetuidad (11)
- Revolution (11)
- (intermission) (9)
- Psicología (9)
- La misma señora (8)
- Dichos de la bisabuelita Edelmira (7)
- Té (7)
- Hechando mano a cosas viejas (6)
- Videoblogger (6)
- Crítica política (5)
- Medios de Expresión (5)
- Cotidianidad espeluznante (1)
- Fuego (1)
- Láminas (1)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario