jueves, 25 de marzo de 2010

Cosa vieja q encontré en una croquera

No recuerdo a quién le escribí esto, pero está bonito

Felicidad extrema, una felicidad angustiante, tan grande que me ahoga.
Ahora entiendo, cuando somos 12, y yo lo único que quiero es abrazarte. Pero cómo...
Y lo peor es recordar cada momento que pudo ser algo común y quizás hasta hubiera terminado. Quiero saber que te amo y quizás hasta morir con eso. Pero lo único real es que tu indiferencia soluciona mis problemas y me obliga a esperar aunque no quiera.
Cuando las analogías se presentan, sólo tú y tu recuerdo brillan. Y sólo tú haces realidad el toque dorado que impregna las cosas de nostalgia tibia.
Te odio por otorgarme vida y no te agradezco haberme devuelto el interés.
¿Cuántas veces fuiste, obiando tu sonrisa, verdugo de mis memorias? ¿Salvaste mi vida o destruíste mi muerte? A veces, cuando más quiero no quererte, eres sólo un grito desesperado de mi mente. Y cuando más estás presente, no eres.
Nada funciona y esto no es la mitad de abrazarte. Déjame regalarte el cariño que nisiquiera le doy a la vida. Pensé en no cometer el error de escribirte. Y no lo haré.

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