Alguna vez
copiosos moradores del planeta, hoy se considera extinto, pese a que aún se
registran relatos de avistamientos en Centroamérica y el Sudeste Asiático.
Contrario a la creencia popular, el Tapir y el Tapir Enano no son parientes en
taxonomía, ni tampoco guardan mayor similitud física más allá de su color café
claro y el carácter cuadrúpedo; aunque se sabe que el Tapir es capaz también de
erguirse sobre sus patas traseras. Este animal es de temperamento sereno, rara
vez se altera, ya que son escasas las situaciones que le resulten amenazantes en
la naturaleza. Tiende a migrar solitario, constantemente, alimentándose del
follaje de los árboles. Cada pata está equipada con tres garras, una sola de
éstas es más grande que una persona adulta, aunque no se sabe que tenga algún
uso para ellas; se postula que en tiempos ancestrales le servían para escalar
enormes árboles, hoy en día extintos. Al encontrarse en cuatro patas, suele
mantener su cabeza a la misma altura del lomo, que puede alcanzar los diez
metros sobre el suelo. Se dice que, al erguirse, un ejemplar adulto superaría
los diez y siete metros de estatura.
Extraído del índice de bestias Parte I
Extraído del índice de bestias Parte I