En dos días el barrio se va a
desacomodar en el tiempo y hay que prevenirlo. No, ese no era el asunto, el
asunto era por qué, pero había varias cuestiones qué explorar. Lo más relevante
era si podía volver a resetear esos dos días, si era así, tenía una infinidad
de tiempo para explorar todas las cuestiones, a fin de cuentas, al parecer el
único que se movía a través del tiempo era yo. No lo sabía, la cuestión
dependía de qué había viajado en el tiempo y qué significaba viajar en el
tiempo. Si es que era mi conciencia probablemente podría repetirlo varias
veces, pero si era mi cuerpo entero, había dos problemas, el primero es que me
encontraría con otro yo y el segundo, que probablemente el viaje podía hacerse
una sola vez. En todo caso, mientras no tuviera resuelto este asunto, lo
primero era hablar con Andrea.
Les comenté a los togas mis
resultados en lo que podía ser una investigación personal, sin entrar en
detalles sobre cómo había adquirido mi información.
-En realidad no es ningún secreto
que las corporaciones están haciendo uso de fenómenos metafísicos. La cosa
parte por ahí, como te comentaba, nosotros descubrimos este túnel grieta y eso
nos ha dado una mejor idea de las repercusiones que estas tecnologías tienen en
el medio ambiente.
-¿Entonces qué es lo que se sabe?
-Bueno, oficialmente no se sabe
nada, la gente se da cuenta de que hay algo raro…
-¿Así nomás?
-Por ejemplo las copiáceas.
-¡Eso! Por favor Andrea, necesito
que alguien me explique eso de las copiáceas.
-Cierto, para mí fue bien
impactante, creo que ya me he acostumbrado a vivir acá. La copiácea es una
copia de una persona, no es una segunda versión de esa persona, sino que es
como un autómata controlado por la persona original.
Copiácea es como se llama a un
clon humano funcional temporal. Todo empezó como una tecnología médica con la
intención de facilitar la vida y asistir en los procesos de recuperación de
accidentes o enfermedades. La idea original planteaba dos ramas, por un lado
efectuar copias para que éstas realizaran los trabajos pesados o peligrosos,
tales como la minería o construcción, y por otro como una fuente de órganos
para trasplantes, ya que al contar con una copia idéntica de la persona, se
podrían transferir órganos e incluso extremidades desde la copiácea al cuerpo
original. Como en la mayoría de los productos de la ciencia, el gran avance de
las copiáceas no se produjo a partir de la búsqueda por mejorar la calidad de
vida de las personas, sino todo lo contrario. La investigación en copiáceas dio
un salto durante la Gran Guerra, cuando los gobiernos inyectaron recursos para
desarrollar ejércitos desechables que pudieren proteger a la población de forma
más segura. Pronto las copiáceas se instauraron como un mecanismo de guerra,
además se mejoraron procesos de variación en su síntesis, los que permitieron
producir copiáceas con armaduras artificiales a través del mismo cultivo de la
copiácea. Otros avances fueron hechos en cuanto a desempeño, fuerza, velocidad,
sin embargo por más que avanzó en dicha tecnología, los científicos no lograron
superar el acotado límite temporal de las copiáceas, como medida estándar las
copiáceas llegaron a durar dos años en promedio, luego de eso su funcionamiento
decae y van perdiendo operabilidad, por la forma en que decaen, se dice que se marchitan. Se ha logrado ampliar la
durabilidad de una copiácea excepcionalmente a más de cinco años, sin embargo
para lograr dicho resultado el proceso de producción es mucho más engorroso y
costoso, tanto monetariamente como físicamente para la persona de origen, ya
que para producir una copiácea es fundamental amputar parte del cuerpo de la
persona original, claro que con el tiempo también se han mejorado los procesos
por los que se recupera tejido amputado. Finalmente, en la actualidad las copiáceas
son usadas como armas de guerra entre gobiernos y mafias, y como transporte de materiales
en estas últimas, quienes encontraron una utilidad para el fenómeno del
marchitamiento de las copiáceas, ya que les permite transportar elementos
dentro de la constitución de la copiácea, y ésta al marchitarse descubre los
contenidos, como una caja que se abre sola con el tiempo.
-En todo caso, así como me lo estás
explicando no suena ni tan descabellado.
-Yo lo encuentro un poco raro.
-¿Cómo así?
-Fíjate que en nuestra tierra
tenemos tecnología mucho más avanzada que acá en términos generales, por
ejemplo todo lo que son telecomunicaciones en Ra’lla ni pensar.
-Cierto…
-En medicina también se nota, los
procedimientos acá son bastante arcáicos.
-O sea…
-A mí me llama la atención porque
no tiene sentido que con la tecnología que manejan acá puedan hacer clones de
este tipo, o sea, en la tierra apenas estamos yendo un poco hacia allá, ¿o no?
-Claro.
-Entonces a la gente de Ra’lla
también les parece extraño, el salto es demasiado grande, las copiáceas son un elemento de este planeta que
resalta demasiado.
-Bueno. Entonces la conclusión
parece que es que no sabemos nada concreto. Pero tenemos el túnel grieta y las
copiáceas… Y tenemos la idea de que hay empresas grandes que tienen algo que
ver con eso.
Andrea me miró contrariada, al
parecer era cierto, visto de esa forma los Togas no tenían nada, no sabían
nada. Es más, visto de esa forma el mismo túnel grieta podía ser una anomalía
natural y no habría por qué atribuirlo a una conspiración. Probablemente hacer
la vista gorda era lo más sensato, después de todo los Togas llevaban dos años
investigando y sólo tenían la misma intuición que antes, pero más acrecentada.
-¡Qué rabia! Es cierto Roberto,
después de todo este tiempo no hemos podido establecer ninguna conexión real. Claro,
sabemos que el grupo Vaco tiene que ver porque son los que desarrollan las copiáceas,
pero más que eso… ¿Y tú? Llegaste con un montón de información de la nada, ¿hay
algo que no sepamos?
Sí, era sospechoso no darle nada.
-No lo sé. Mira, puede que sea
todo falso, pero por lo que hemos hablado lo más probable es que no. Se me han
estado apareciendo unos sujetos extraños en mis sueños, y me dicen cosas. Ellos
me contaron sobre este estado de cosas en Ra’lla, y a menudo me dicen “hay que
hacer algo entonces, entonces”, como si me hablaran desde otra época. Al
principio pensé que era sólo un sueño, pero se me han aparecido varias veces.
-¿Tipos extraños?
-Uno es muy gordo, como una
guagua gigante, y el otro se teletransporta, o algo parecido. No sé, quizás es
sólo una distorsión del sueño.
-No, eso tiene harto sentido,
Calia te va a decir lo mismo, suena como a ikghurianos.
-¿Los gigantes?
-Debes estar al tanto de la Gran
Guerra, algo me dice que esa historia mítica tiene algo que ver con las
distorsiones espacio-temporales. Los ikghurianos y las copiáceas tienen algo en
común, y este barrio también. Ven esta noche y te lo mostraré.
Andrea y Calia me señalaron un
edificio.
-Mira.
-No veo nada.
-Calma, se te tienen que
acostumbrar los ojos a la oscuridad. Mira las estrellas, hay un momento en el
que se empiezan a multiplicar.
-Este cielo nocturno es un poco más
luminoso que el terrestre.
-Mira de nuevo.
La imagen de las estrellas seguía
pegada en mis ojos, tuve que reconocer que el efecto visual de las estrellas proyectadas
sobre el edificio era bastante ameno. Tras un rato la mayoría de las estrellas dejaron
de proyectarse, pero aún quedaban. Pintítas minúsculas, como esas estrellas que
apenas se alcanzan a ver luego de mirar el cielo nocturno un buen rato, y que
desaparecen momentáneamente al mirar hacia otro lugar. Me sobé los ojos y
escuché unas pequeñas entrerisas.
-Eso es, si quieres mira este
otro edificio, no las vas a ver.
Efectivamente, las estrellas no
se proyectaban sobre el edificio al otro lado de la calle.
-¿Por qué sólo los edificios de
este lado reflejan el cielo? ¿Y qué tiene que ver esto con las copiáceas?
-No es un reflejo de las
estrellas, Roberto, el edificio está brillando. Ese brillo viene del edificio.
Las copiáceas y los ikghurianos producen el mismo destello.
Comencé a mirar a mi alrededor y mi cara de
asombro fue evidente cuando lo noté, toda el área que brillaba era únicamente
el área que se iba a transportar en el tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario