sábado, 1 de marzo de 2014

Buqué elemental

Dos puntos diferentes o indiferentes se arrimaban al abismante augurio de la distinción blanda y cruda. Atrás, las más-duras realidades humeaban sus cesos por rendijas y grietas. El degradado rígido desteñía el suelo evaporándolo en latidos angustiados. Los gritos verticales se empapaban de polvo sangriento y evaporaban los anhelos de libertad.
El desarraigo se había sentado a observar con ardor en los ojos, y así, sin más, dos puntos indistintos de la escena volvieron a fundirse en las islas de suavidad.

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