miércoles, 13 de octubre de 2010

El Piñera y los 33

Lo han chaqueteado y lo han alabado y la verdad es que no es lo uno ni lo otro.

Usted ya sabe quienes lo alaban y quiénes lo chaquetean, los de un lado y los del otro, respectiva y evidentemente. Unos dicen que se hizo cargo del asunto de forma magistral demostrando un alma bla bla bla por los mineros y bla bla y qué sé yo. Los otros dicen que es un circo, que aprovechó para ganar adeptos y bla bla bla. Pero, y me extraña que tanta gente sea capaz de pasar por alto cuestiones tan evidentes, la verdad es que el controvertido sujeto ni se aprovechó ni actuó loablemente, al menos en cuanto a los hechos.

Si usted todavía no entiende intente responderse la siguiente pregunta y se va a dar cuenta de inmediato: ¿cuántas opciones de cómo actuar con respecto al tema de los mineros tenía Piñera? Si su conciencia política no lo traiciona se dará cuenta de que es SÓLO UNA.

¿La opción de no mostrar interés? NO EXISTE, puede un presidente hacer vista gorda? NO. Perdónenme pero acá cualquiera que piense que el sujeto se aprovechó intencionalmente no es mucho mejor persona de como ve al sujeto odiado porque no hay nada que pueda hablarnos de su intención. Y es exactamente lo mismo para los que piensan que actuó con desinterés.

Luego hay otro comentario ridículo muy frecuente, que Piñera no debería dar discursos, que no tiene sentido o qué sé yo (Y no lo ha escuchado, pero deben haber también ridículos que alaban la emotividad del presidente). Es exactamente lo mismo, cómo quieren que no de discursos? Tú que lees esto, si eres del partido contrario, ¿esperarías que tu candidato en las últimas elecciones hiciera otra cosa EN ABSOLUTO distinta de la que hizo Piñera? ¿Esperarías que tu candidato no diera discursos?

No importa si el que se enfrenta a este problema es Albert Einstein, Gandhi o Juanito Pérez, la única opción que tiene es "poner todos los recursos a disposición y mostrar el mayor interés" porque de lo contrario te cavas tu propia tumba, así de simple.

Eso queso, volvámonos entes menos irracionales y un empático saludo a los mineros.

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