Y no te he escrito nada.
Escribo poesía.
Y no te he escrito nada.
Yo necesito una musa para escribir, yo casi sólo escribo del amor, por eso necesito una musa para escribir.
Tú eres mi musa mujer bella, tierna, impetuosa y ruidosa. Tú eres mi musa pero no te he escrito nada.
Es que yo escribo casi sólo para arrancarme el dolor. ¿Dolor? Pero tú sólo me das felicidad.
miércoles, 27 de agosto de 2008
viernes, 22 de agosto de 2008
Complicado, se reciben consejos...
Estamos conversando con mi.... pinche. Estamos juntos hace algunos días, pero nos estamos conociendo recién.
Ella es muy religiosa, yo no. Es curioso que yo hace algún tiempo haya decidido que para mí esa característica no iba a ser motivo de no estar con alguien, desde que le tengo aprecio a la gente religiosa. Pero en este caso para ella es un motivo de no proyectarse.
Ella me dice que le gusta estar conmigo, pero que vive el ahora. Dice que si yo pretendo tener algo serio, ella incluso podría sentirse como que está jugando conmigo, no quiere hacerme daño.
Para mí uno no puede tener una relación porque sí, yo necesito proyectarme. Así que le digo que a mí también me gusta estar con ella, que quiero seguir, que no importa si tenemos que tomarnos años sin poder decir "te quiero", pero que sea para conocernos esperando con ansias el día en que podamos decirlo.
No sé, vamos a intentarlo y estamos en el aire viviendo el ahora. Pero, y si no vale la pena? Sólo eso quiero saber, porque si no vale la pena, si no nos vamos a querer, si sólo nos vamos a besar y no nos vamos a conocer... yo no quiero seguir.
Si usted leyó, opine por favor, que necesito ayuda. Gracias.
Ella es muy religiosa, yo no. Es curioso que yo hace algún tiempo haya decidido que para mí esa característica no iba a ser motivo de no estar con alguien, desde que le tengo aprecio a la gente religiosa. Pero en este caso para ella es un motivo de no proyectarse.
Ella me dice que le gusta estar conmigo, pero que vive el ahora. Dice que si yo pretendo tener algo serio, ella incluso podría sentirse como que está jugando conmigo, no quiere hacerme daño.
Para mí uno no puede tener una relación porque sí, yo necesito proyectarme. Así que le digo que a mí también me gusta estar con ella, que quiero seguir, que no importa si tenemos que tomarnos años sin poder decir "te quiero", pero que sea para conocernos esperando con ansias el día en que podamos decirlo.
No sé, vamos a intentarlo y estamos en el aire viviendo el ahora. Pero, y si no vale la pena? Sólo eso quiero saber, porque si no vale la pena, si no nos vamos a querer, si sólo nos vamos a besar y no nos vamos a conocer... yo no quiero seguir.
Si usted leyó, opine por favor, que necesito ayuda. Gracias.
sábado, 16 de agosto de 2008
Estoy feliz
Un abrazo incómodo es la prueba de que el mundo es perfecto.
Qué le pasa al mundo ultimamente que las cosas andan tan bien?
Para mí es así de simple, todo se reduce a eso. Nunca creí que... Yo pensaba que estaba destinado a mirarte y no poder acercarme a ti jamás. Y así tan de pronto... qué le pasa a la vida que se le ha antojado convertirse en una película?
Estoy feliz por lo sorprendente de la situación, es perfecto, va tan conmigo... Y lo mejor es que a estas alturas me siento preparado para hacerle frente a un escorpión, que toda la vida me han dado miedo, pero tengo una cierta admiración o buena impresión de ellos.
Quiero intentar. Quiero conocerte. Quiero quererte. Quieres, quieres, ¿quieres un abrazo incómodo?
PS: Hoy hablé con Kame y me comentó que su vida está igual de feliz que la mía. Y también estoy más aún feliz por él.
Qué le pasa al mundo ultimamente que las cosas andan tan bien?
Para mí es así de simple, todo se reduce a eso. Nunca creí que... Yo pensaba que estaba destinado a mirarte y no poder acercarme a ti jamás. Y así tan de pronto... qué le pasa a la vida que se le ha antojado convertirse en una película?
Estoy feliz por lo sorprendente de la situación, es perfecto, va tan conmigo... Y lo mejor es que a estas alturas me siento preparado para hacerle frente a un escorpión, que toda la vida me han dado miedo, pero tengo una cierta admiración o buena impresión de ellos.
Quiero intentar. Quiero conocerte. Quiero quererte. Quieres, quieres, ¿quieres un abrazo incómodo?
PS: Hoy hablé con Kame y me comentó que su vida está igual de feliz que la mía. Y también estoy más aún feliz por él.
viernes, 15 de agosto de 2008
Curioso, una 100 especial
Es curioso, las cosas se sucedieron mágicamente a tropezones siguiendo mi forma de ser.
Siento que el destino se apresuró a alcanzarme hasta ese momento en el que no podía faltar.
Primero le dije por primera vez a alguien, que tú me interesabas. Luego te mencioné (y sé que no entendiste, porque no di ninguna pista) que me tenías nervioso. Y finalmente, todo un mismo día, empezaste bruscamente a ser parte de mi vida. Quién hubiera pensado que la noche siguiente íbamos a estar detenidos en el descanso de la escalera, tú desvanecida y yo aterrorizado?
Me escapé esa noche perdido en triángulos de cartón, pero quería estar junto a ti, era innegable. Me acosté y haciéndome el tonto después de un rato, me di vuelta hacia ti. No podía cerrar los ojos, quería mirarte, contemplar tu mirada profunda negada por el letargo de la ternura que jamás antes me mostraste. Tú te movías y no sé cuándo dormías y cuándo no.
Hasta que intercambiamos la primera mirada, y desde entonces estuvo claro, nuestros rostros "por arte del sueño" cada vez más cerca, entreabría un ojo y te miraba. Tú respiración fue la primera en hablar, se agitó y me dio un escalofrío. Tan tierna dejaba salir una marcha de su emoción por un par de agujeros al final de la nariz, la niñita que tanto tiempo había sido implacable. Me quedé escuchando, encantado, sólo sintiendo tu respiración, deslumbrado con la sensación vaga de lo que mi corazón me susurraba.
Un rato espués, nunca supe si por simple frío o nerviosismo, mi cuerpo entero se convirtió en un terremoto. Mis piernas llamaban a las tuyas con fatal remecimiento, y te desperté. Me preguntaste y nuestros brazos se cruzaron, yo ya era feliz, el frío, según creemos, me acercaba cada vez a la hermosa mujer que hasta entonces sólo miraba a escondidas.
Cuando te toqué la mano ya habías entendido, ¿tú qué pensabas entonces? Yo no pensaba nada, mi corazón habló libre. Tú sabías y corriste tu mano, y sin estar segura, me aceptaste.
-No me pongas en aprietos.
(Disculpa, yo soy así.)
Pero tu mano desentendida untaba mi cara en su delicadeza, esos son suficientes aprietos a mi parecer.
Por eso, casi sin saberlo...
Siento que el destino se apresuró a alcanzarme hasta ese momento en el que no podía faltar.
Primero le dije por primera vez a alguien, que tú me interesabas. Luego te mencioné (y sé que no entendiste, porque no di ninguna pista) que me tenías nervioso. Y finalmente, todo un mismo día, empezaste bruscamente a ser parte de mi vida. Quién hubiera pensado que la noche siguiente íbamos a estar detenidos en el descanso de la escalera, tú desvanecida y yo aterrorizado?
Me escapé esa noche perdido en triángulos de cartón, pero quería estar junto a ti, era innegable. Me acosté y haciéndome el tonto después de un rato, me di vuelta hacia ti. No podía cerrar los ojos, quería mirarte, contemplar tu mirada profunda negada por el letargo de la ternura que jamás antes me mostraste. Tú te movías y no sé cuándo dormías y cuándo no.
Hasta que intercambiamos la primera mirada, y desde entonces estuvo claro, nuestros rostros "por arte del sueño" cada vez más cerca, entreabría un ojo y te miraba. Tú respiración fue la primera en hablar, se agitó y me dio un escalofrío. Tan tierna dejaba salir una marcha de su emoción por un par de agujeros al final de la nariz, la niñita que tanto tiempo había sido implacable. Me quedé escuchando, encantado, sólo sintiendo tu respiración, deslumbrado con la sensación vaga de lo que mi corazón me susurraba.
Un rato espués, nunca supe si por simple frío o nerviosismo, mi cuerpo entero se convirtió en un terremoto. Mis piernas llamaban a las tuyas con fatal remecimiento, y te desperté. Me preguntaste y nuestros brazos se cruzaron, yo ya era feliz, el frío, según creemos, me acercaba cada vez a la hermosa mujer que hasta entonces sólo miraba a escondidas.
Cuando te toqué la mano ya habías entendido, ¿tú qué pensabas entonces? Yo no pensaba nada, mi corazón habló libre. Tú sabías y corriste tu mano, y sin estar segura, me aceptaste.
-No me pongas en aprietos.
(Disculpa, yo soy así.)
Pero tu mano desentendida untaba mi cara en su delicadeza, esos son suficientes aprietos a mi parecer.
Por eso, casi sin saberlo...
domingo, 10 de agosto de 2008
La diferencia
Si tú tuvieras las receta para el pastel más sabroso del mundo, te harías rico.
Si yo tuviera la receta para el pastel más sabroso del mundo, me haría gordo.
Si yo tuviera la receta para el pastel más sabroso del mundo, me haría gordo.
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